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AMLO, el mesías liberal

La gobernabilidad es un asunto muy diferente en las democracias consolidadas y en los países menos desarrollados, sin embargo, en los dos modelos la economía y la percepción que se tenga de ella juegan un papel fundamental en su construcción.

La estabilidad, en ambos casos, tiene una connotación socioeconómica de manera que la política está estrechamente ligada a la capacidad del gobierno en turno de producir resultados que garanticen estabilidad, crecimiento, mitigación de la marginación social y la pobreza.

Los analistas críticos de Andrés Manuel López Obrador han afirmado una y otra vez, a lo largo de todo el sexenio, que el mandatario es un gran estratega político, un propagandista casi infalible, pero que como gobernante ha fracasado rotundamente, sin embargo, los números de su administración, o cuando menos, algunos de ellos parecen respaldar su popularidad.

Hace un par de semanas –en una de las mañaneras–, el presidente presentó una serie de gráficas que algunos desestimaron y que otros negaron categóricamente, por lo que implican en el plano electoral. Por ejemplo, entre los datos que se mostraron destacan algunos que impactan de manera directa el bolsillo de la gente y otros que se deben analizar desde una perspectiva macro. Por ejemplo, el precio del gas LP inició el actual sexenio con un incremento que lo llevó hasta los 26.4 pesos por kilo, sin embargo, a partir de 2021 ha ido disminuyendo hasta llegar a los 20 pesos, precio que tenía en 2014 al inicio del sexenio de Peña Nieto. De igual forma la gasolina Magna se ha colocado en los índices de 2017.

La variación del tipo de cambio es quizá uno de los temas que ha generado más atención y polémica en los últimos meses. Más allá del debate entre quienes le restan todo mérito a las decisiones del gobierno federal y quienes le atribuyen la total autoría del buen estado del peso, lo cierto es que la fortaleza de nuestra moneda era algo que no tenían previsto ninguno de los dos bandos.

De acuerdo con números oficiales el peso mexicano pasó de una depreciación de 190 por ciento con Zedillo, 17 por ciento con Fox, 10 por ciento con Calderón y 55 por ciento con Peña Nieto a una apreciación de 10 por ciento en el actual sexenio. El comparativo es respecto de los primeros cinco años de cada administración.

Por último, y quizá el más relevante, es el comportamiento de los salarios. Según cifras oficiales del IMSS las remuneraciones mensuales promedio de trabajadoras y trabajadores asegurados se ha mantenido en constante incremento desde 2001, sin embargo, a partir del 2019 sus percepciones han crecido exponencialmente hasta rebasar los 15 mil pesos.

De cara a la elección presidencial del próximo año, valdría la pena recordar que la economía era el argumento central de la oposición para promover el terror respecto a la llegada de AMLO al poder en las campañas de 2006, 2012 y 2018. Miedo que se presentaba a manera de fuga de capitales, devaluación, caída del empleo, inflación incontrolable, irresponsable manejo del presupuesto y deuda pública histórica, entre otros. Hasta hoy, ninguno de estos argumentos parece útil para emprender una nueva campaña de terror contra AMLO.

Más aún, los empresarios y su receta neoliberal advirtieron que si subía los salarios se iba a generar inflación, lo segundo no ocurrió.

Ninguna estrategia de comunicación y propaganda resiste el embate de la realidad, por más hábil que sea el líder y su carisma. La lectura que queda en este quinto año del sexenio es que para ser un populista tropical y obstinado, AMLO ha manejado la economía nacional de forma disciplinada, responsable y, sobre todo, alejada del modelo neoliberal. AMLO ha resultado ser un mesías liberal.

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