INICIO > ZMG
A-  | A  | A+

Evidencian violencia entre personal administrativo

Violencia interna. La situación del estado también se ve reflejada en la institución educativa.

Al menos 50 por ciento de las mujeres trabajadoras de la Universidad de Guadalajara pertenecientes al Sindicato Único de Trabajadores (SUTUdeG) padece violencia en la modalidad de acoso laboral y hostigamiento sexual, revela la encuesta Rompamos el silencio, que realizó la  misma agrupación.

El estudio que aplicaron con ayuda de expertas en la materia de la misma casa de estudios se realizó hace seis meses con la intención de conocer si las compañeras de trabajo habían sufrido algún tipo de violencia en su espacio laboral.

El resultado se vuelve más relevante en este momento por el contexto: recientemente fue aprobada la Alerta de Violencia contra las Mujeres por el gobierno del estado, mientras que el rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Tonatiuh Bravo Padilla, anunció que harán un estudio entre estudiantes y personal académico y administrativo para conocer la situación interna.

Cifra alta

Francisco Díaz Aguirre, secretario general del sindicato, dentro del cual fue aplicada la encuesta, expresó en entrevista con NTR Guadalajara: “50 por ciento de las encuestadas reporta que sí se presenta acoso u hostigamiento laboral en sus centros de trabajo,  aunque sea de forma esporádica; esta tendencia se mantiene a lo largo de la encuesta, lo cual nos parece una cifra altísima”.

La encuesta de 34 preguntas -33 cerradas y una abierta- que se aplicó a trabajadoras administrativas sindicalizadas de la UdeG que quisieran responder y pudieran expresar sus opiniones fue aplicada a 227 empleadas, y 82 realizaron comentarios ahondando en las problemáticas que viven.

Aunque en menor porcentaje, pero también “alarmante, se reporta en el estudio la existencia (frecuente o esporádico) de acoso sexual en las dependencias, con una tendencia de 40 por ciento”, señaló el funcionario.

Las trabajadoras expresaron en el levantamiento que las situaciones de acoso sexual generan un ambiente laboral hostil en 20 por ciento; represalias o castigos, en 17.5 por ciento; 29.7 por ciento ha observado síntomas psicológicos en las víctimas y 34.7 por ciento menciona haber notado consecuencias físicas.

“También encontramos que a pesar de que es en el mismo centro de trabajo el hostigamiento, no siempre se da en función de la subordinación de la relación laboral, es decir que no sólo se da de jefes o jefas, no siempre son los jefes quienes acosan, también se hace evidente la ejercida por compañeros y compañeras sin importar la jerarquía laboral”, explicó el secretario general del SUTUdeG.

Puntualizó: “El hostigamiento o acoso no sólo es de hombres a mujeres, también se da de mujer a otra mujer, y lo que no preguntamos porque no estaba en el previsto es si esta violencia también se ejerce de mujer a hombre o de hombre a hombre”.

Situaciones

El estudio también revela que la mayor incidencia está estrechamente ligada a la exclusión de las mujeres, con 46 por ciento, ya sea por negar información, acceso a herramientas o exclusión explícita de reuniones laborales; trato con palabras ofensivas, 40 por ciento; juicios ofensivos sobre el desempeño, 42.6 por ciento, así como críticas constantes, 56.5por ciento; amenazas verbales, 32.4por ciento, y  distribución de carga laboral injusta, 55.7por ciento.

También el hostigamiento sistematizado hacia cierta trabajadora en forma de segregación representa 32.9 por ciento; tareas degradantes que afectan la integridad, 24.2 por ciento, y que se les pida tareas para las que no han sido capacitadas, 35.3 por ciento.

El concentrado del estudio desvela también que 83 por ciento de las encuestadas refirió “no haber recibido ninguna información acerca de acoso laboral o sexual”.

También “reconocieron no tener la confianza con las autoridades para exponer los casos de acoso. Esto genera una sensación de indefensión, hay un desconocimiento total acerca de si existen mecanismos institucionales o políticas para proteger a las víctimas en caso de acoso laboral o sexual”, indico el funcionario sindical.

Desinformación

La situación que arroja el concentrado del estudio evidencia el desconocimiento y que hasta el momento no existe una ruta clara sobre qué hacer en el caso de sufrir algún tipo de acoso, una ruta de atención que permita que tanto la víctima y el victimario reciban la ayuda necesaria; no existen sanciones claras para los agresores porque reubicar no elimina el problema, sólo lo transfiere a otro centro de trabajo, enfatizó el secretario del sindicato.

Dijo que el estudio fue proporcionado a las autoridades de la universidad antes de que en el estado se estableciera la alerta de género.

“Ya la semana pasada la UdeG lanzó dos grandes acciones como parte de  la política institucional (…) y nosotros seremos convocados para participar y compartir nuestra experiencia de más de siete años y este estudio, porque así ya no tendríamos que partir de cero”, manifestó.

“Aunque no lo preguntamos, muy probablemente estas mujeres en casa también padecen o enfrentan violencia intrafamiliar”, especuló Francisco Díaz Aguirre.

Reveló que en la encuesta “no logramos identificar qué hace vulnerables a las mujeres, porque aparentemente no hay rasgo distintivo, la encuesta fue anónima y eso proporcionó resultados de carácter general”.

Tras considerar que se tiene que desnaturalizar la violencia para que no parezca una situación normal, el secretario de SUTUdeG dijo: “La violencia en el estado está generalizada, sufren violencia, niños, niñas, mujeres hombres, adultos mayores, por ello afirmamos que el establecimiento de la alerta en Jalisco es acertada”.

“No siempre son los jefes quienes acosan, también se hace evidente la (violencia) ejercida por compañeros y compañeras sin importar la jerarquía laboral”
Francisco Díaz Aguirre, secretario general del SUTUdeG

 

EH/I