...
La UNAM y la Embajada China buscan fomentar el intercambio de educación superior al considerar que la relación entre ambas naciones se encuentra en ...
hasta el momento se tiene un registro histórico de 86 casos los cuales más del 50 por ciento han sido desestimados....
El diputado panista Héctor Saúl Téllez criticó la reducción del impuesto propuesto por Estados Unidos a las remesas (del 5% al 3.5%) y cuestionó...
El senador viajó a Washington para dialogar con congresistas de EU y exponer las serias repercusiones de dicha medida, que ha bajado de 5% a 3.5%...
la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco, en conjunto con instituciones académicas y forenses nacionales e internacionales, desarr...
El secretario del Ayuntamiento de Apaseo el Alto, Guanajuato, Ignacio Alejandro Roaro Aguilar, fue asesinado este sábado en un ataque armado...
Tras el descubrimiento de 383 cadáveres apilados en el crematorio privado Plenitud de Ciudad Juárez el 26 de junio pasado....
Será el próximo miércoles 9 de julio cuando se declare oficialmente culpable ante la Corte del Distrito Norte de Illinois...
La selección de México defenderá su corona continental ante el otro gigante de la zona, Estados Unidos, en la final de la Copa Oro de la Concacaf...
Netflix estrena ‘Los gringo hunters’, una serie que muestra a policías mexicanos de élite de la frontera de Tijuana con una misión: atrapar y d...
La muestra cuenta con funciones diarias del 28 de junio al 4 de julio en el Teatro José Rosas Moreno, de Lagos de Moreno...
Y resolver Magistraturas
A creerle
Los retos entre iguales han existido desde siempre; positivos y negativos, que llevan al triunfo o terminan en tragedia. Recuerdo cuando niño y adolescente que nos retamos a todo tipo de actividad, desde deportivas –llegar de una ciudad a otra en bicicleta o cruzar el canal en nado– hasta sentimentales o académicas, como conquistar a tal jovencita que luego se convirtió en la esposa o exentar cálculo con el maestro Flores Meyer.
O el reto de, en automóvil, cruzar una avenida sin llevar preferencia o no detenerse ante el rojo del semáforo. Con el tiempo, llegaron retos como golpear en la nuca al compañero más fuerte y correr o quemarse el brazo con un encendedor. Absorber plásticos por la nariz para luego extraerlos por la boca.
Los retos subidos a redes sociales buscando popularidad a base de seguidores y likes han llegado incluso a la pantalla grande y a series de TV sabiendo que la audiencia aplaude y ríe las imprudencias para luego repetirlas. Hemos llegado al extremo de niños y jóvenes que pierden la vida por diversas formas de suicidio por seguir con retos que ya no son puestos a prueba por compañeros, sino en páginas de Internet, canales y mensajería instantánea que se difunden sin ninguna responsabilidad y con poca o nada de intervención de autoridades.
Retos fatales que terminan con la vida al inducir en la mente de los menores el daño a terceros, a cercanos y a sí mismo. Países completos han puesto a sus ciberpolicías a detectar dichas anomalías para retirarlos de la web, pero siguen apareciendo como producto de mentes retorcidas y macabras, dejando dolor de por vida. Las imágenes de instrucciones para quitarse la vida vienen en videos estúpidamente atractivos.
Los menores de 18 años son los que corren el mayor riesgo y para ello no habrá mejor intervención que la que se haga en casa. Padres y maestros deben supervisar los programas de televisión e Internet que vienen cargados de violencia de todo tipo. Estar atentos a amistades, uso de videojuegos, pláticas con compañeros, edades para compartir convivencia incluso con propios familiares, ingresar a redes sociales sin claves personalizadas.
La comunicación con hijos que permita siempre hablar con verdad, franqueza y confianza para poder detectar a cambios de humor, largos tiempos de ausencia, ira y conductas anómalas. Revisar todo gadget y hasta cuadernos y mochilas pueden ayudar al control y evitar tragedias. La vida de los hijos es nuestra principal responsabilidad, su vida nos pertenece. Supervisar sus pertenencias, gustos y amistades no es atentar contra su privacidad. Amemos y no tomemos a la ligera esta nueva tarea de los padres: ser cibersupervisores de nuestros hijos, que aun así tendrán siempre el riesgo y, nosotros, latente la tragedia en nuestros hogares.
JJ/I