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Jalisco: 6 mil pacientes en espera de un órgano

ALERTA. Por la creciente incidencia de insuficiencia renal crónica, el órgano más demandado en todo el mundo es el riñón. (Foto: Especial)

En Jalisco, hasta el pasado 31 de mayo, había 6 mil 35 pacientes en espera de un órgano o tejido de alguna donación cadavérica: 5 mil 161 esperaban por un riñón, 835 por una córnea y 36 por un trasplante de hígado; los tres restantes esperaban algo registrado como “otros”; sin embargo, a la misma fecha sólo se contaba con 68 donaciones locales, 15 foráneas y 13 córneas obtenidas en bancos nacionales para totalizar 96. En resumen: por cada órgano disponible hay 60 solicitantes.

La baja cultura de la donación de órganos afecta seriamente las expectativas de calidad de vida e incluso, de supervivencia. En 2021, por ejemplo, murieron casi 75 mil personas en el estado de Jalisco, las cuales, si hubieran decidido donar sus órganos, habrían generado al menos 12 tantos más de órganos disponibles de los que hoy se necesitan.

De acuerdo con información de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), los órganos que pueden ser trasplantados son corazón, hígado, intestino, páncreas, pulmón y riñón. Los tejidos son córneas, hueso, pelo, piel, cartílagos, sangre, válvulas cardíacas y células (incluida la médula ósea). El órgano con más demanda en todo el mundo es el riñón debido a la creciente incidencia de enfermedad renal crónica.

Ahora, la donación cadavérica es una cosa y la de humanos vivos, otra. La primera está dominada por un sentido totalmente altruista y en la segunda influyen, además, factores de cercanía con el paciente.

La dependencia informó a NTR que en los primeros cinco meses del año hubo 211 trasplantes de órganos de personas vivas: 205 en el caso de riñón y seis en el caso del hígado (que como se sabe, es un sólo órgano, pero se puede donar una parte porque se regenera). Trasplantes desde cadáveres iban 47 de riñón, 17 de hígado, uno de los dos riñones y uno de hígado y riñón, así como 101 de córneas y 34 de huesos.

HAY UNA BAJA CULTURA

No hace falta discutir mucho sobre la baja cultura de la donación, pues la estadística entre 2013 y 2023 lo demuestra de forma contundente: 41 donaciones en 2013, 51 en 2014, 103 en 2015, 101 en 2016, 102 en 2017, 92 en 2018 y 114 en 2019, cuando se alcanzó el mayor registro, pero luego decayó: 34 en 2020, 32 en 2021; 89 en 2022, y 68 hasta el 31 de mayo. A la fecha se tiene la expectativa de que se puedan alcanzar los niveles de cinco años atrás al final de 2023.

La misma estadística ofrece otros datos interesantes: entre 2013 y 2023 se hicieron en Jalisco 5 mil 492 trasplantes de riñón, pero fueron solamente 798 de cadáveres, así como 273 de hígado de los que 225 fueron de cadáveres. En total se realizaron 5 mil 801 intervenciones si se incluyen otros órganos, pero de ellos apenas mil 59 fueron de cadáveres. Menos de uno de cada cinco y en diez años murieron más de medio millón de jaliscienses...

La inevitable conclusión es que sin la ayuda de parientes y de afectos, los demandantes de trasplantes morirían en mucho mayor número. ¿Es entonces el tapatío promedio, el habitante del estado, un ente egoísta, ajeno a la filantropía? Una encuesta levantada en el lejano 2003, única disponible en la red, arroja datos opuestos.

La hicieron Luz Consuelo Zepeda Romero, Guillermo García García y Óscar Aguirre Jaúregui, del Hospital Civil de la UdeG. Del total de la muestra, “66 por ciento estaría dispuesto a donar sus órganos, mientras que 16.5 por ciento no lo haría y 17 por ciento se mostró indecisos. De quienes no estarían dispuestos a donar la mayoría fue de hombres, (tenía) entre 35 y 44 años de edad y (era) de estrato socioeconómico medio inferior. El temor a la mutilación personal fue el motivo principal (40 por ciento) para negarse a donar. En cuanto al hecho de que su familia respetara el deseo de donar órganos a su muerte, 70 por ciento manifestó que sí lo harían...”.

jl/I