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Validan científicamente los productos apícolas

Peligro. En México se comenzaron a preocupar por la pérdida de las abejas desde 2006 cuando la academia y la Sagarpa fueron alertados por el gobierno de Estados Unidos.

Un grupo de investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se dio a la tarea de demostrar la capacidad y la forma de acción ante diferentes problemas médicos de diversos productos apícolas. De esta forma, realizan una investigación aplicada a una de las actividades biológicas más importantes, la parte antimicrobiana.

El proyecto ya lleva 14 años de haber iniciado con productos naturales, en específico plantas de origen mexicano con propiedad microbacteriana. Durante el transcurso de la investigación se percataron que, en el caso del propóleo, era un producto potencialmente influyente para la actividad antimicrobiana.

Éste fue el primer paso para poder cimentar la validez de la hipótesis y refutar la idea de que los productos naturales, en especial los de carácter apícola, sólo son usados en remedios caseros sin ninguna validación científica. Desmentir el mito no será fácil, los retos son abrasivos, pero el hambre de difundir sus conocimientos y cambiar lo establecido los motiva a seguir adelante.

El grupo está integrado por Tonatiuh Cruz Sánchez, profesor titular de Inmunología y líder del grupo de Investigación Apícola; Guillermo Penieres, responsable del Laboratorio de química; Liborio Carrillo, responsable del Apiario y el Taller de miel; Betsabé Rodríguez, becaria por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), encargada de la caracterización química del propóleo y de otros productos; y Elisa Gutiérrez, ex becaria Conacyt durante su maestría, responsable del Módulo de cunicultura, en el que se llevan a cabo prácticas de los productos de la colmena en conejos con problemas respiratorios.

Aclarar dudas

Uno de los obstáculos que tienen que enfrentar con más frecuencia es el hecho de buscar validez en la opinión pública. La difusión es vital para animar a nuevas mentes a desarrollar estos temas y convencer a la gente de que hay una opción con un aval científico, además de tener un precio económico.

"Mucha gente comulga en el sentido de que la medicina alternativa se percibe como algo de segunda, como algo que viene a tapar lo que por otro lado no se pudo hacer, y yo creo que es algo que no es correcto", comentó Penieres, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Se busca quitar el estigma de una medicina "poco válida", si bien no se quiere dejar de lado la medicina alopática, sino concebir que no es el único camino, y darle una oportunidad de voltear a lo natural, no sólo a los productos de consumo o de tipo ornamental, sino enfocarse en los compuestos químicos que son importantes para prevenir, o bien, para remediar alguna enfermedad.

"Nuestra labor no debe ser vista como algo alternativo, sino que es algo natural que existe y que siempre ha existido, que no lo hemos aprovechado en toda su magnitud, sino tan solo en una pequeña parte; eso ya depende de cada quien", concluyó el investigador.

Propolizar México

"Queremos propolizar a México y, con base en esto, podemos convertirlo en un país exportador; nosotros nada más producimos 7 toneladas de propóleo", explicó Cruz Sánchez.

El propóleo es una mezcolanza de sustancias resinosas, gomosas y balsámicas localizadas en diversas plantas que son recolectadas por las abejas, su color varía del pardo-rojizo al amarillo-verdoso.

Los países que destacan en la producción mundial de propóleo son China, Argentina, Brasil, Cuba, Chile, Uruguay y Canadá. En México la situación es distinta, ocupa el quinto lugar de producción de miel, pero no se tiene un mercado de propóleo de peso.

En 2014 se produjeron más de 60 mil toneladas de miel con una ganancia mayor a 2 mil millones de pesos, de acuerdo con el resumen del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

"Hay que tomar el ejemplo de Brasil, donde la producción es cerca de 100 toneladas y 95 por ciento de su producción es comprada por Japón, y si vemos que el precio internacional del propóleo es de 100 dólares por kilo, es un llamado a nuestros apicultores", agregó Liborio Carrillo.

Es importante aludir que la producción de propóleo no está peleada con la miel, sino que es posible producir ambos productos y así tener una fuente alterna de ganancias, y lo mismo es con todos los productos de la colmena, incluyendo la jalea real y el polen.

Esto, dice el investigador, no sólo es cuestión de los apicultores mexicanos, si bien es cierto que muchos carecen del conocimiento para la extracción y procesamiento del propóleo y la mayoría ignora el valor de la resina, también influye la falta de demanda por parte de las empresas; todo esto contribuye al lento desarrollo de su producción y uso.

Hacia la estandarización

Según coinciden los especialistas, existe una gran contrariedad al querer demostrar que los productos de la apicultura son eficientes; el problema es que si el producto no viene estandarizado ni con las concentraciones como lo marca, en este caso, la farmacopea, el producto no va a funcionar.

"Con la ayuda del ingeniero Penieres y la doctora Canales, de la FES Iztacala, se ha demostrado qué productos químicos tiene el propóleo, pero también han demostrado que no son los mismos en todos los propóleos. Entonces, ya se ha encontrado dónde actúa, cómo actúa, qué genes afecta, cuáles son, en este caso, los hongos, las bacterias o los virus en los que se puede actuar, pero ya hay un fundamento científico sobre todo", puntualizó Liborio Carrillo.

Ya se empezaron a hacer los trámites con la ayuda de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Comisión Nacional de Apicultura para poder llevar a cabo la normalización de las pruebas químicas mínimas necesarias establecidas en el trabajo de tesis Betsabé Rodríguez.

"Sabemos que el propóleo, al ser una resina que recolectan las abejas a partir de la vegetación, que es lo que le da las propiedades medicinales, contiene compuestos químicos denominados fenoles y flavonoides; entonces, se notó que si no presenta estos compuestos no hay una actividad antimicrobiana principalmente, o antioxidante, que es lo que más se utiliza", comentó Rodríguez.

Esta ardua labor que emprende todo el equipo es precisamente para que se pueda establecer una medida y con ello saber qué es lo que están vendiendo y si tiene una propiedad medicinal o no.

Medicina veterinaria

Sin lugar a dudas es en esta área donde el trabajo del propóleo como un ente antimicrobiano ha hecho los avances más significativos. Con las prácticas desarrolladas in vitro se ha demostrado que tiene un efecto que beneficia la acción antimicrobiana. Ya se sabe dónde actúa, cómo inhibe y qué es lo que inhibe, con un fundamento que se ha podido demostrar, dijeron los especialistas.

"En mi trabajo con el módulo de conejos, donde me especializo, específicamente en conejos con problemas respiratorios, lo que estoy tratando es prevenir y tratar los problemas respiratorios en estos, y tenemos bastantes y buenos resultados", afirmó Elisa Gutiérrez.

Se hicieron las pruebas in vitro y al observar que el propóleo inhibe la bacteria que provoca estos problemas respiratorios se pudo dar el siguiente paso y tener pruebas de campo.

"Las pruebas con animales han demostrado que los ayuda a sanar", comenta la investigadora. Los resultados han sido tan efectivos, que  Gutiérrez viajó al Congreso BioMicroWorld 2015, en Barcelona, España, para presentar su trabajo.

Advierten crisis

"Todos somos consumidores de la abeja. Debemos cuidar las abejas y no sólo lo decimos nosotros que trabajamos con ellas, lo decimos porque son parte fundamental del ecosistema, son el motor que poliniza más de 70 por ciento de las plantas del ecosistema", comentó Liborio Carrillo.

Hay una crisis latente, en México se comenzaron a preocupar por la pérdida de las abejas desde 2006 cuando la UNAM, el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la Sagarpa fueron alertados por el gobierno de Estados Unidos.

Se reportó que en California se llegó a perder cerca de 53 por ciento de las colonias de abejas.

La agricultura industrial es uno de los principales factores en la disminución de población de abejas, las prácticas intensivas destruyen su hábitat natural y los métodos insecticidas enferman las colmenas.

"La clave es sencilla: debemos mostrar la importancia que tienen las abejas, debemos darle difusión a su labor para que se haga conciencia y entre todos las cuidemos", concluyó Liborio Carrillo.

Identifican siete virus

Estudian el declive de las abejas en México

Con la identificación de siete virus distintos que afectan a las abejas y con el apoyo de los apicultores para tomar muestras en siete entidades: Querétaro, la ciudad de México, Estado de México, Morelos, Hidalgo, Yucatán y Campeche, investigadores liderados por Marisela Leal Hernández, adscrita al Laboratorio de Bacteriología del Centro Nacional para la Investigación Disciplinaria en Microbiología Animal (Cenid-Microbiología), realizan estudios sobre las afecciones que presentan las abejas en el país.

Leal Hernández adelantó sobre los avances en la investigación de este fenómeno. Con muestras de colmenas provenientes de esos lugares, el estudio del Cenid-Microbiología –que se espera entregue resultados finales en 2016– intenta evidenciar el estatus sanitario en cuanto a la presencia de virus en las poblaciones de abejas en México.

Amenaza global

Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en todo el mundo las poblaciones de abejas enfrentan un declive alarmante. El evento es conocido como síndrome del colapso de las colonias o colapso de la colmena.

En el estudio del European Union Reference Laboratory for Honeybee Health (EURL) se destaca que de 1985 a 2005 la población de las colmenas disminuyó 16 por ciento en todo el continente europeo, donde además se habla de la posible extinción de diversas especies de abejorros.

Los efectos de este suceso en el país, aunque no se presumen tan graves como el de otras regiones del mundo, ya se han visto reflejados en la producción apícola.

Acorde con la Dirección General de Comunicación Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una manera de medir este fenómeno en la nación ha sido precisamente mediante el declive de productos apícolas, que en años recientes han disminuido casi 20 por ciento, mientras que en Europa ha descendido alrededor de 40 por ciento y en Estados Unidos hasta 30 por ciento.

La Sagarpa reporta que México es el quinto productor mundial de miel, después de China, Argentina, Estados Unidos y Turquía. En todo el mundo, la miel mexicana es considerada como de gran calidad, lo que convierte al síndrome del colapso de las colonias en un fenómeno urgente por estudiar y atender.

Pero además de la producción de miel, jalea y propóleo, el papel de las abejas como polinizadoras es vital para la flora silvestre, así como para la producción de productos agrícolas de consumo humano y ganadero en todo el orbe: frutos, vegetales y forraje.

En México, según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), citados por Sagarpa, 80 por ciento de las especies de plantas que se usan para la producción agrícola o como insumo para la industria depende de un polinizador como las abejas para su reproducción, lo que convierte el colapso de la colmena en un suceso con potencial verdaderamente catastrófico.

El principal sospechoso

En este contexto, en años recientes los científicos de todo el mundo, incluido México, ya trabajan en el problema, pero aún no existe consenso en cuanto a las causas exactas del fenómeno. Las investigaciones más extensas mencionan una combinación de factores como los virus, bacterias y parásitos, además del cambio climático y los pesticidas usados a gran escala en el sector agrícola.

"Las causas de este fenómeno pueden ser la suma de muchas afectaciones: virus, bacterias, hongos, parásitos, de los que no sabemos exactamente en qué porcentaje atacan a las abejas, existen estimaciones pero todavía no tenemos nada seguro", explicó Leal Hernández

"En todos los estados donde realizamos los muestreos aparecen los siete virus diferentes, y el principal factor predisponente es un ácaro conocido como varroa destructor. Este ácaro cuando se alimenta es capaz de transmitir los virus que estamos estudiando y prácticamente no hay colmena que no lo tenga. Donde hay abejas hay varroa".

La varroa se alimenta de la hemolinfa, el equivalente a la sangre en las abejas, por lo que además de la transmisión de los virus genera afectaciones en el desarrollo de los individuos de una colmena, lo que da como resultado abejas débiles con alas malformadas que ni siquiera pueden levantar el vuelo.

"Lo que seguirá es la parte de estudio de la patogenia, el control de daños: el aislamiento. Algo importante es tener bajo control este ácaro, mantenerlo en el nivel de infestación más bajo que se pueda, porque en el caso de la apicultura no es tan fácil manejar fármacos para combatir estas situaciones, ya que pueden contaminar la miel y, aunque no necesariamente significa que habrá riesgos para la salud, son barreras importantes para la exportación", concluyó la investigadora.

Mejoran productividad de estos insectos

El mejoramiento genético de las abejas y una mayor producción de miel son algunos beneficios que han obtenido los apicultores de la región Sur de Jalisco gracias a una investigación del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara (UdeG), con sede en Ciudad Guzmán.

En el estudio se trabaja con 155 apicultores de Tamazula, Ciudad Guzmán, Tapalpa, Sayula, Cocula, Gómez Farías, Zacoalco de Torres, Atoyac y Tecalitlán, explicó el investigador del Departamento de Desarrollo Regional José María Tapia González.

Un grupo de 200 abejas reinas seleccionadas por tener una mayor producción de miel, menor agresividad y enfermedades, fueron reproducidas mediante manipulación genética para generar 2 mil crías, que fueron incorporadas a las colmenas para evaluar su nivel de productividad.

Los investigadores aún no concluyen el periodo de monitoreo de las nuevas abejas, pero han constatado que en algunos municipios la producción de miel se incrementó hasta en 60 kilos, aunque en otras afectó el mal clima.

Esta investigación es financiada por la UdeG y la Fundación Produce Jalisco, y beneficiará a los apicultores de la región en los próximos cuatro años. Redacción

"Mucha gente comulga en el sentido de que la medicina alternativa se percibe como algo de segunda, como algo que viene a tapar lo que por otro lado no se pudo hacer, y yo creo que es algo que no es correcto"
Guillermo Penieres, responsable del Laboratorio de Química de la FES

 

"Todos somos consumidores de la abeja. Debemos cuidar las abejas (...), son el motor que poliniza más de 70 por ciento de las plantas del ecosistema"
Liborio Carrillo, responsable del Apiario y el Taller de Miel de la FES

 

60 mil toneladas de miel se produjeron en 2014

 

2 mil millones de pesos fueron las ganancias que dejó esta producción

 

EH