...
Pese a la lluvia previa, los cientos de asistentes no abandonaron el primer cuadro de la ciudad para ser parte de los festejos patrios en la Perla Tap...
Más de 21 mil ingresaron a centros universitarios y los más de 67 mil restantes a las preparatorias del SEMS....
Le envía la misiva a Claudia Sheinbaum ...
El Instituto recuerda a las y los trabajadores que todos los trámites son gratuitos....
Los usuarios de OpenAI han comenzado a burlarse en las redes de los fallos y la inexpresividad del último modelo de ChatGPT, GPT-5, el nuevo chatbot ...
Luis Fernando Haro, director del organismo, alertó que el país es el primer importador mundial de maíz y criticó el cierre de la frontera por gusa...
Guadalajara logró un triunfo clave en el Clásico Nacional al derrotar 1-2 al América en el Estadio Ciudad de los Deportes...
Canelo Álvarez pierde de forma sorpresiva ante Terence Crawford en un combate esperado por fanáticos del boxeo...
"The Studio" de Apple TV+ rompe récord de Emmys con 13 premios, incluyendo Mejor Comedia. "Adolescence" barre en miniserie y "The Pitt" gana Mejor Dr...
Esta residencia ha supuesto un impacto económico de 377 millones de dólares para Puerto Rico....
Recordar y narrar historias de grandes escritores como Juan Rulfo o Elena Garro fue lo que unió al español Javier Peña con su padre cuando "estaba ...
Estaba en el intento de dos amigos fresas de hacer un evento sobre carreras de autos deportivos. ...
A lo largo de su historia se ha distinguido por su calidad interpretativa, su estilo único y una discografía de más de 100 álbumes....
Un México violento
Porque nos la quitaron
En el ir y volver de la novela al cuento, el escritor mexicano Alejandro Badillo, originario de Puebla, encuentra formas distintas de entender el cuento, y en general los géneros breves, que explora, por ejemplo en su más reciente libro Efectos secundarios, publicado en el sello tapatío Paraíso Perdido.
Se trata de un libro de cuentos cortos en el que Alejandro busca experimentar con el cuento corto y la minificción, primero como un reto de tomar la imaginación para proponer distintas miradas ante el mundo, pero también el reto personal de experimentar con su propia concepción del cuento corto, después de escribir varias novelas publicadas en los últimos años.
“Fue como una especie de volver, volver al punto de arranque, pero ya con la experiencia que adquirí con el contacto con los lectores, este libro es como continuar esa línea. Yo me inicié en talleres de cuento y ahora doy talleres de cuento, que ha estado conmigo siempre y para mí es un reto: contar lo más que puedas en un espacio muy corto”, dijo en entrevista.
Los cuentos que componen el libro más reciente fueron escritos en una temporada corta y publicados, algunos, en revistas y otras publicaciones. Dijo que cada historia se desarrolló de manera distinta y que quizá el ejercicio más complejo tiene que ver con las estructuras necesarias para contarlo todo en poco espacio.
“En una novela, por ejemplo, se tiende a planificar un poco más las cosas, aunque muchos autores van con intuiciones más que con estructuras. Una minificción tiende a ser un flashazo o una ocurrencia, pero el autor tiene que hacer que funcione. Es un trabajo de relojería, en donde hay que colocar cada palabra en su lugar y hasta jugar, tener conciencia que en textos mucho más largos: los signos de puntuación, el papel de un adjetivo específico, el poder de una palabra que puede hacer la diferencia”, dijo.
Para el autor además es necesaria la colaboración del lector, su imaginación es parte fundamental para que llegue a su objetivo.
“En el cuento corto sí hay más posibilidades de jugar con historias y viñetas, en la minificción hay algo que no tienen que ver con un desarrollo, sino con el planteamiento de una idea que se va a quedar en la mente del lector y que requiere de su atención para resolver el misterio. Me gusta dejar las cosas en suspenso. Te permite parar, ser suficientemente sugerente para que ellos le pongan el final”, contó Badillo.
“El cuento es más exigente para el lector que la novela: te implica pasar de una historia a otra. No es como llevarte de la primera página al final con un solo hilo que no cambia. Acá aunque haya intereses similares son historias diferentes y eso obliga al lector a estar siempre activo, a terminar un cuento, poner la mente en blanco y tratar de entender cuál es la siguiente historia”.
Estar en busca de la palabra exacta, adaptar ideas incipientes al lenguaje, todo eso se hace para un cuento de unos cuantos párrafos. Y Badillo se lo toma en serio.
“En el cuento trato de explorar la técnica. No tanto como llegar a un ejercicio de estilo, pero la novela en lugar de contar una sola historia, siempre tienes que contar algo, sino pierdes la atención. Lo que siempre veo de diferencia es que puedo plantear la historia desde el punto de vista del lenguaje y que éste sea el hilo conductor, que sea un poco más la forma que el fondo, la forma en la que se cuenta, la cadencia, el ritmo, el tipo de frases es un elemento que forma los textos”, dijo.
Este ejercicio puede revisarse en el ejemplar que ya se distribuyó en varias librerías del estado. Tiene un precio de 160 pesos.
__________________
FRASE
“En el cuento corto sí hay más posibilidades de jugar con historias y viñetas, en la minificción hay algo que no tienen que ver con un desarrollo, sino con el planteamiento de una idea” Alejandro Badillo, escritor
JJ/I