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Siempre mintió
El abogado de Ovidio
México es un país con altos índices de población y por consiguiente de contaminación del aire, pero ahora un grupo de ingenieros tiene una propuesta para reducir el problema.
Se trata de BioUrban, una especie de árbol artificial que hace el mismo trabajo que uno de verdad: absorbe la contaminación y devuelve aire limpio. El invento mexicano parece promisorio en especial para quienes más padecen la contaminación: peatones, adultos mayores y ciclistas.
“Lo que hace este sistema, a través de la tecnología, es poder inhalar esa contaminación y luego utilizamos a la biología para que realice el proceso natural como lo realiza un árbol”, dijo Jaime Ferrer, socio cofundador de BiomiTech, la joven empresa detrás de BioUrban.
La estructura metálica –una mezcla entre un árbol y una torre posmodernista– capta la contaminación y a través de microalgas en su interior realiza un proceso de fotosíntesis los 365 días del año para devolver el aire limpio.
Un sólo dispositivo realiza la labor de unos 368 árboles reales, según sus creadores.
Pese a esa cifra, Ferrer señala que el invento –que tiene una altura aproximada de cuatro metros y casi tres metros de diámetro- no busca sustituir a los árboles reales sino complementarlos, ya que por sus características el sistema puede estar ubicado en zonas donde es difícil reforestar.
Puede instalarse “en lugares de alta afluencia peatonal, vehicular, de ciclistas, de terminales de transporte, donde no se puede plantar una hectárea de árboles”, declaró a la agencia AFP.
El primero de estos artefactos fue instalado en la capital del central estado de Puebla, cerca de una universidad.
EL INICIO. La empresa detrás del proyecto es BiomiTech y presentaron el proyecto en septiembre pasado. _____________________
“Es interesante que ocupa la tecnología para ayudar al ambiente porque ahorita sí lo necesitamos”, dice María José Negrete, una estudiante de 21 años.
BioUrban es una de tantas formas de paliar un problema mayúsculo. Cada año mueren en el mundo unas 7 millones de personas debido a la contaminación atmosférica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Ciudad de México, una de las capitales más contaminadas de la región, el problema afecta la calidad de vida de sus cerca de 20 millones de habitantes.
En mayo, la megalópolis vivió varios días de alerta ambiental que obligaron a las autoridades a suspender clases en escuelas y a restringir actividades al aire libre.
Detrás de la densa nube de contaminantes estaban los poco más de 5 millones de automóviles que circulan a diario, las industrias y los continuos incendios forestales que se registraban en localidades cercanas, además del calor y la actividad que registró el vecino volcán Popocatépetl.
Para sus habitantes es una situación común que requiere mayor atención de las autoridades.
El sistema diseñado por BiomiTech “no viene a acabar con la contaminación de la Ciudad de México, viene a alivianar, viene a remediar el problema de contaminación en cada intersección o lugar de alta afluencia”, agrega.
El precio de cada BioUrban varía según los proyectos, pero ronda los 50 mil dólares.
La empresa tiene previsto instalarlos en Monterrey –financiados por la sociedad civil–, y en la capital, donde, como en Puebla, los municipios son los que han pagado por los proyectos.
Además, instaló dispositivos en Turquía, en Colombia y en Panamá.
Una tecnología similar a la de BioUrban fue utilizada por el llamado City Tree, una estructura cuadrada de ingeniería alemana lanzada en 2015 que utiliza musgo para limpiar el aire.
“Lo que hace este sistema, a través de la tecnología, es poder inhalar esa contaminación y luego utilizamos a la biología para que realice el proceso natural como lo realiza un árbol” Jaime Ferrer, cofundador de BiomiTech
“Lo que hace este sistema, a través de la tecnología, es poder inhalar esa contaminación y luego utilizamos a la biología para que realice el proceso natural como lo realiza un árbol”
Jaime Ferrer, cofundador de BiomiTech
EN EL MUNDO
¿CÓMO FUNCIONA?
Trabajan con microalgas que capturan y filtran los contaminantes atmosféricos. Mediante fotosíntesis, las algas transforman el dióxido de carbono en oxígeno y expulsan biomasa, la cual puede ser usada como composta o para fabricar biocombustible.
“Un filtro lo tiras y contamina, y en este caso, las microalgas son algo que ya existe y está en el medio ambiente. Eso nos sirve para hacer productos sin contaminación”, comentó la empresa en el momento de presentar el proyecto en 2018.
“Todo tiene un principio biológico, por eso utilizamos organismos vivos. No estamos alterando la huella ambiental, no generamos basura o algo que requirió un proceso que contamine”.
Las torres cuentan con sensores que monitorean la calidad del aire y son autosustentables, ya que funcionan con energía solar. Redacción
JJ/I