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Porque nos la quitaron
¿Qué les viene a la mente cuando piensan en robots que existen hoy? Seguramente se imaginan algunas de las máquinas que ya hacen algún trabajo físico por nosotros, como las aspiradoras Roomba o los sofisticados brazos que ensamblan piezas en las fábricas. Si siguen las noticias tecnológicas, quizás se hayan cruzado con los videos de robots subiendo escaleras, abriendo puertas y levantando objetos, fabricados por Boston Dynamics.
Hay un tipo de robots que no mucha gente conoce porque son invisibles viven instalados dentro de una computadora y hacen trabajos digitales por nosotros.
Este tipo de robots, a los que se les llama colaboradores virtuales o digitales, forman parte de una práctica tecnológica que está adoptándose de forma acelerada en las empresas que se llama automatización robótica de procesos o RPA, por sus siglas en inglés.
En todas las empresas grandes o medianas existen procesos voluminosos y repetitivos que las personas hacen en una computadora: extraer registros de bases de datos, bajar documentos de un sistema para subirlos en otro, conciliar números de dos fuentes distintas, entre una infinidad de ejemplos. Este tipo de actividades son tediosas para un humano quien además tiene el defecto de poderse equivocar.
Un colaborador virtual, una vez entrenado, puede hacer cualquiera de estas actividades más rápido, sin equivocarse y fuera de horario de oficina porque no tiene que descansar. El impacto en la eficiencia de ciertos procesos es contundente. No porque se reemplacen personas y se reduzca el costo laboral, sino porque el equipo humano complementado con los colaboradores virtuales puede ser mucho más productivo y añadir más valor.
Según la consultora Gartner, el tamaño del mercado de RPA creció 63 por ciento entre 2018 y 2019 hasta los mil 400 millones de dólares y fue el segmento de más rápido crecimiento dentro de la categoría de software empresarial por segundo año consecutivo. Se trata de un tren de alta velocidad al que vale la pena subirse.
En Innovatorio, la empresa que acabo de lanzar este mes, uno de nuestros principales objetivos es explicar mejor cómo funcionan las herramientas tecnológicas para facilitar que las empresas sepan cómo y cuándo usarlas para obtener beneficios en el negocio que se puedan medir.
Por ello, la semana pasada programamos una sesión por Facebook Live con dos expertos en RPA: Luis Ortiz, director general de Minimalist Technology, una de las empresas líderes en México en la implementación de esta tecnología, y Cuauhtémoc Teja, quien nos platicó su experiencia como parte del equipo de RPA en Bancoppel.
En la sesión nos platicaron cómo esta tecnología tiene su origen en el sector bancario cuando Blue Prism, la empresa pionera en el desarrollo de RPA, hizo su primera implementación en el banco Barclays de Reino Unido. En los últimos años se han unido a Blue Prism otras compañías desarrolladoras de RPA como UiPath, Automation Anywhere y NICE, para crear una industria muy dinámica.
Minimalist utiliza la tecnología que desarrollan Blue Prism y otros para construir y entrenar a colaboradores virtuales en empresas mexicanas. Cuentan con clientes sobre todo en el sector financiero, pero empiezan a expandirse también a otras industrias, con muy buenos resultados.
Escribo frecuentemente en esta columna sobre cómo la innovación y la adopción de tecnologías digitales deberían ser uno de los ejes estratégicos de este país para crecer. Esta es una aplicación clara de lo que continuamente predico: una tecnología que puede generar trabajo y habilidades nuevas en los que aprendan a implementarla y operarla, y que puede incrementar la competitividad de las empresas que inviertan en su adopción.
@ortegarance