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A la prensa

Ayer fue el Día Mundial de la Libertad de Prensa y los periodistas ejercemos nuestro trabajo aún con muchas dificultades, tanto en el ámbito local como nacional. 

En Jalisco ser reportero implica enfrentar las condiciones laborales que ofrecen las empresas de medios; muchos compañeros necesitan tener dos o más trabajos para completar sus gastos. Por eso es común que un reportero que trabaja en un medio impreso también envíe notas para la radio. 

Además de que muchos reporteros no cuentan con seguridad social, pese a ejercer una profesión de alto riesgo. 

También los reporteros tienen que enfrentar la esfera del poder; por ejemplo, malos tratos y malos modos, así como la presión que los encargados de comunicación social ejercen sobre los reporteros al comunicarse con los jefes de los medios para cuestionar no la calidad de la nota, sino el enfoque, el cual es crítico. 

Y muchas veces los dueños de los medios ceden a las presiones porque la crisis del modelo de negocios tiene a las empresas de medios entre la vida y la muerte. Así los recursos públicos que ejercen las áreas de Comunicación Social son usados como métodos de control, cuando en realidad esa partida cubre el derecho humano que tenemos todas y todos a estar informados. 

Hay que recordar que el acceso a la información y la libertad de expresión son derechos humanos garantizados por el Estado mexicano. 

Tan solo en una semana, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, cuestionó a los medios de comunicación. 

El pasado 27 de abril en un evento de la Cámara de Comercio, el mandatario calificó una publicación de El Informador como una mentira y lamentó que un medio jalisciense cuestione sobre las mujeres desaparecidas en la entidad. 

La nota de primera plana presentaba el siguiente titular: Desapariciones en Jalisco crecen ante Fiscalía rebasada. 

La nota exhibe el caso de Sarahí Peña, de 15 años, quien desapareció el pasado 24 de abril en Paseo de los Agaves en Tlajomulco de Zúñiga y que fue localizada un día después. 

Pues esta nota provocó el enojo del gobernador y cambios dentro del periódico, según me informaron. 

Con este hecho el gobierno de Jalisco vuelve a ejercer presión sobre los medios y demuestra que estos medios en crisis aún son incómodos para el poder. 

Y el lunes pasado, el gobernador volvió a desdeñar el trabajo de la reportera de Notisistema, Claudia Manuela Pérez, quien le preguntó si le había dado el espaldarazo al secretario del Trabajo de Jalisco, Marco Valerio Pérez, quien es acusado por una ex empleada de acoso sexual y acoso laboral. 

Esto porque el gobernador de Jalisco comentó sobre el caso el pasado domingo: “yo no me meto en chismes”, pues al ser cuestionado por la reportera se volteó y le dijo: “ya de ese tema no voy a hablar”, cuando es un tema de interés que un funcionario de su gobierno esté acusado. 

Aunque Pérez ha declarado que el caso está cerrado, la víctima insiste en que aún no está resuelto y mantiene su dicho sobre la acusación. 

Y éste es el panorama local, pero en el ámbito nacional, todos los días el presidente Andrés Manuel López Obrador cuestiona la labor de los medios y los separa en dos bandos, buenos y malos, cuestionando la función crítica de los periodistas. 

Ojalá en el futuro estas circunstancias que viven los medios cambien y los reporteros puedan ejercer libremente; claro, apegados a la verdad. 

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jl/I