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Chapala, hasta con 200 mil toneladas de azolve

ACTIVIDAD. En el simposio se enfatizó la importancia de la conservación de la cuenca de la que depende la recarga de pozos, ríos y el propio lago de Chapala. (Foto: Archivo NTR/AH)

La deforestación de las montañas del lago de Chapala provoca daños severos a uno de los bienes naturales más valiosos que tiene un territorio dominantemente con usos agrícolas y que produce cosechas récord de maíz, trigo y sorgo: el suelo fértil. La pérdida de este recurso podría ascender a 400 mil toneladas anuales, de las cuales, la mitad llega al lecho del lago, de acuerdo con estudios que ha coordinado el Instituto Corazón de la Tierra.

El director general de la asociación civil, Alejandro Juárez Aguilar, destacó que es uno de los problemas más serios del lago, que arrastra hasta catorce grandes temas de deterioro ligados al volumen y a la calidad del agua y a la diversidad biológica, en todos los cuales subyace como causa original el uso que se hace del territorio y la capacidad de las instituciones públicas de frenar el deterioro y regular los impactos.

El también biólogo y maestro en ciencias reveló que la realización del Simposio internacional y foro público Cuenca Lerma-Chapala: Soluciones para un territorio en crisis, en marzo pasado, arrojó propuestas valiosas para hacer frente a esos desafíos.

Con la participación de 53 expertos de países como Brasil, Colombia, Filipinas, Guatemala, Japón, Alemania y México, y con la asistencia de académicos, especialistas, representantes de organizaciones civiles y estudiantes, de una treintena de instituciones, además de productores y productoras que habitan en las sierras de Chapala, se generó un espacio interdisciplinario de diálogo para la acción y la búsqueda común de soluciones.

“Se pusieron sobre la mesa temas clave relacionados con el manejo de lagos: el manejo de la cuenca y el mejoramiento de la gobernanza. En total se conjuntaron cerca de 100 líneas de acción como resultado de 10 mesas temáticas de análisis y discusión”.

Entre los temas de mayor atención se abordaron el ordenamiento territorial, el control de la contaminación, los mecanismos para hacer un mejor uso de la biodiversidad, estrategias para aumentar la efectividad de la gestión del agua, el papel de la educación ambiental, la articulación entre sectores, la participación de las comunidades y el adecuado manejo de conflictos.

“El trabajo posterior a este encuentro será fundamental, ya que el propósito es construir una propuesta de acciones de manejo que pueda ser útil para tomadores de decisiones y sectores involucrados en el manejo de la cuenca que logre considerar las complejidades y características de esta”, explicó Juárez Aguilar.

Entre las propuestas puntuales destacó que se encuentra “el fomentar cultivos que demanden menos cantidad de agua ante el panorama de escasez que se enfrenta; hacer cumplir la normatividad en materia de aguas superficiales y subterráneas, que actualmente es muy laxa; fortalecer la cultura del uso y manejo del agua, así como la conservación de la cuenca de la que depende la recarga de pozos, ríos y el propio lago de Chapala”.

La problemática de los lagos, añadió, se debe atender “no sólo desde los aspectos lacustres, sino desde los ámbitos de gobernanza: la información, las políticas públicas, la participación social, la fortaleza institucional, los mecanismos de financiamiento y el uso de la tecnología”, ponderó.

Abundó que el director del Área de Agua de la Fundación Gonzalo Río Arronte, Eugenio Barrios, dio una conferencia magistral de forma virtual y “él enfatizó aspectos nodales y complejos sobre el manejo de la cuenca Lerma-Chapala, como atender las causas de contaminación del agua, incluyendo no sólo las aguas residuales, sino también los arrastres de fertilizantes y pesticidas, así como los vertidos industriales; la urgencia de tomar acciones para conservar la biodiversidad nativa, caso especial de los peces de la cuenca, (y) aumentar la disponibilidad de recursos para el manejo de la cuenca, reorientando proyectos y programas así como generando nuevas estrategias”, concluyó el director del Instituto Corazón de la Tierra, que cumple 20 años de trabajo.

jl/I