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Inundaciones, por una 'voracidad urbanizadora'

EN JALISCO. Arrojo Agudo consideró acertada la decisión de modificar El Zapotillo para salvar la vida de los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo. (Foto: Especial)

La “voracidad urbanizadora” que se registra en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) y en la Ciudad de México provoca que el impacto del cambio climático sea mayor, con inundaciones, flujos de agua por calles y avenidas con más fuerza y aparición de socavones, señaló el relator especial sobre el derecho al agua y el saneamiento de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Pedro Arrojo Agudo.

El especialista en temas de agua estuvo de visita en México, para dar seguimiento al trabajo legislativo en materia de agua, por lo que sostuvo reuniones con la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra; el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, y el jefe de la oficina de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas Batel.

En entrevista con El Diario NTR Guadalajara, Arrojo Agudo señaló: “¿Qué pasa cuando se hace esa acelerada urbanización de carácter especulativo? No solo es que de repente dice Guadalajara: ‘falta agua’. Falta agua cuando viene la sequía y sobra agua cuando escurre (por) toda esa superficie impermeabilizada y acaba masivamente (en) los propios drenajes que se hacen insuficientes. Tenemos que controlar esa voracidad urbanizadora y articular estrategias de urbanismo sostenible, adaptadas al cambio climático”.

Indicó que diseñar estrategias en México es más necesario que en otros países, “porque esa variabilidad pluviométrica es más intensa que en otros lugares y las sequías se van a intensificar más, las grandes lluvias van a ser más intensas y brutales, por lo tanto la adaptación a esa realidad es urgente”. Lo es más, agregó, en ciudades como Guadalajara y Ciudad de México, donde hay “kilómetros y kilómetros de suelo impermeabilizado”. Se dijo sorprendido de la velocidad del desarrollo inmobiliario en la ciudad, más allá del Periférico.

La única alternativa, agregó, es infiltrar el agua, un modelo que permite recuperar acuíferos y, al mismo tiempo, evitar que haya mayor cantidad de agua en superficie cuando llueve. Aseguró que es posible y puso como ejemplo a China, que se comprometió a permeabilizar más de 80 por ciento de sus territorios urbanos en una década; además, afirmó que se puede implementar con infraestructura sencilla “para lograr que la mayor parte del agua se infiltre al terreno en lugar de correr e inundar, y que alimente los acuíferos que nos van a servir de seguro de vida cuando llegue la siguiente sequía”.

El modelo, conocido como “ciudades esponja”, también comienza a implementarse en urbes como París y Berlín, señaló Pedro Arrojo. “Están levantando buena parte de las superficies impermeables para que la mayor parte del agua se infiltre”.

Otro tema al que se refirió Pedro Arrojo es al del abasto de agua para el AMG y, en ese sentido, consideró que se confunde el derecho humano al agua con el privilegio de las ciudades, que consiste en garantizar que al abrir la llave se tiene el servicio.

Asimismo, el relator de la ONU dijo que ha dado seguimiento al proyecto de la Presa El Zapotillo y calificó de acertada la decisión que se tomó para modificarlo y salvar la vida de los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Ahora, agregó, se debe garantizar el agua para la zona de Los Altos, pues también está de por medio el campo y la producción de alimentos. Eso sí, hizo hincapié en la necesidad de instalar medidores para el control de la distribución.

Finalmente, lamentó que se haya suspendido el proceso de legislación para la Ley General del Aguas que se llevó a cabo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con una amplia participación social, para quedar en algunas reformas sobre el derecho humano al agua, pero dejando lo demás como estaba.

SIN ESCUCHA. Los afectados señalan al Municipio de ignorar a los grupos vecinales. (Foto: Héctor Ruiz)

Vecinos de Providencia rechazan torres de depas

Habitantes de la colonia Providencia, en la Perla Tapatía, realizaron una protesta este martes para exigir al Ayuntamiento de Guadalajara que detenga la construcción de torres de departamentos que, aseguran, han generado daños a viviendas, afectaciones a servicios básicos y saturación de la infraestructura urbana.

De acuerdo con los vecinos, una de las obras señaladas —ubicada en la calle Bogotá al cruce con Ottawa— continúa operando de manera clandestina a pesar de contar con sellos de clausura. NTR visitó el sitio y constató que un trabajador abría el portón.

A esta construcción le atribuyeron daños estructurales en al menos dos inmuebles aledaños, sin que las autoridades hayan intervenido de forma efectiva.

Además, denunciaron que el presidente de la asociación de colonos habría otorgado cartas de anuencia para la realización de proyectos sin consultar previamente a la comunidad, lo que consideraron una práctica irregular. Esta sospecha se confirmó tras una solicitud de información presentada ante la Dirección de Transparencia y Buenas Prácticas del Municipio de Guadalajara.

Durante la manifestación, los inconformes acusaron al Ayuntamiento de Guadalajara de ignorar a las asociaciones vecinales y permitir la proliferación de desarrollos inmobiliarios sin control, lo que ha provocado una presión insostenible en los servicios públicos. 

Entre los principales problemas mencionaron la falta de agua, cortes recurrentes de electricidad, ruido excesivo y congestión vial.

Por ello hicieron un llamado urgente al gobierno municipal para frenar la urbanización descontrolada en la zona y garantizar la seguridad de quienes defienden el derecho a habitar un entorno digno. Héctor Ruiz

jl/I