Morena: enfrían los ánimos

En solo 7 minutos, ayer los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación respondieron con sus propios argumentos al deseo de la dirigente nacional de Morena, Yeidkol Polevnsky, de no realizar la elección de la nueva dirigencia nacional de dicho partido, así como los estatales programados para el 10 de noviembre.

Los magistrados resolvieron revocar la convocatoria para la celebración del tercer Congreso Nacional de Morena toda vez que, primero, el padrón existente no da certeza ni certidumbre a la militancia y, por tanto, “no resulta confiable”, además de que en los congresos distritales realizados en los pasados tres fines de semana no se permitió la participación de aquellos que se registraron al padrón del partido después del 20 de noviembre de 2017. Asimismo, apuntaron, se incumplió con el proceso de credencialización establecido en los estatutos del partido.

Por ende, quedaron sin validez todo el proceso efectuado con anterioridad, como fueron los congresos distritales, muchos de los cuales tuvieron que ser suspendidos por diversas irregularidades que fueron desde el robo de urnas y equipo de cómputo hasta actos de violencia que dejó no pocos heridos en diversos estados del país.

Indudablemente que la resolución del Tribunal Electoral es considerada como un triunfo de Yeidkol Polevnsky y un tropiezo para sus adversarios por la dirigencia nacional, particularmente Bertha Luján que con el trabajo de sus operadores apostó a los congresos distritales donde presuntamente buscaban colocar a delegados afines, apoyados desde algunas delegaciones cuyos titulares desoyeron la advertencia presidencial de no entrometerse en el proceso electoral de Morena.

Si nada extraordinario sucede, Polevnsky dejará la dirigencia de Morena el 20 de noviembre y por prelación la asumirá el actual secretario de Organización, Leonel Godoy, y a partir de ahí la elección de la presidencia del partido pasaría a segundo plano porque prácticamente al arranque de 2020 la atención y la lucha estará por las candidaturas de las elecciones a celebrarse en ese año y posteriormente en 2021.

Aquí en Jalisco, la decisión del Tribunal Electoral por supuesto que tendrá efectos no sólo al interior de Morena, sino posiblemente en la definición de quién será el nuevo súper delegado, ya sea que regrese con esa responsabilidad Carlos Lomelí, se designe a uno de sus allegados o se designe a alguien más de nombre inesperado. En el caso del partido, Hugo Rodríguez Díaz seguirá al frente y seguramente ya podrá integrar un equipo con gente de toda su confianza, particularmente en finanzas, y abrirle espacios a otras expresiones entre las que estaría, por supuesto, gente del propio Carlos Lomelí.

La duda: ¿habrá relación civilizada o guerra de tribus?

Aclaraciones. En mi columna del martes pasado, “Los amigos de Gómez Álvarez”, referí que Rodrigo Lazo Corvera es abogado de Antonio Cruces Mada. Lazo Corvera hizo llegar un texto en el que declara que eso “es falso y afecta mi prestigio profesional”, pero reconoce que ese señalamiento “no es la primera vez que lo dicen públicamente” y por eso reitera que “no soy abogado de Cruces Mada y no tengo nada que ver con su o sus procesos penales”. Mi fuente de información es de toda confianza, pero doy una disculpa a Rodrigo Lazo porque no tengo por qué dudar de la aseveración que hace personalmente.

Asimismo en mi entrega de ayer, “Petersen-Robles, un dúo peligroso”, apunté que el secretario de Salud, Fernando Petersen Aranguren, tiene relación familiar con los propietarios de las empresas Dimesa y Pisa, lo cual es inexacto porque la relación es de Petersen Farah, por el lado de éste segundo apellido. Rectifico mi información para evitar malos entendidos.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I