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A las puertas de una nueva ‘guerra fría’

El contraste entre la temprana recuperación de China frente a la pandemia del coronavirus y la dificultad que está teniendo Estados Unidos para estabilizarse han generado todo tipo de especulaciones respecto a una posible nueva guerra fría entre dos superpotencias que se disputan el poder mundial. 

China logró estabilizar su número de casos de Covid-19 en cerca de 84 mil y las muertes en 4 mil 600. EU ha acumulado hasta ayer más de un millón 200 mil casos y supera las 71 mil muertes. China mostró capacidad para implementar y sostener cuarentenas en grandes áreas, construir hospitales en semanas y dirigir su fuerza productiva hacia la fabricación de insumos médicos esenciales. EU ha dejado ver un sistema hospitalario deficiente y, quizás lo más grave, se reveló ante el mundo como una nación dividida en la que pesan más los intereses políticos que el bien común. Trump ayer dejó claro que su prioridad es una economía fuerte, que es una de sus cartas electorales más importantes, aunque eso cueste vidas humanas.  

Aparentemente China ha sido superior a EU en el manejo de esta crisis. ¿Quiere decir esto que está listo el gigante asiático para romper la hegemonía de la superpotencia norteamericana? 

Se me ocurren cinco factores para comparar a ambos países: económico, militar, tecnológico, política doméstica y liderazgo internacional. 

El poder económico tiene muchas dimensiones. La más obvia es el producto interno bruto. EU sigue superando a China en el tamaño de la economía, pero sólo en términos nominales, porque al ajustar por poder adquisitivo, China tiene un tamaño superior.  

EU claramente sigue siendo el país con la riqueza más distribuida, pero la tendencia es distinta y eso afecta el estado de ánimo de la población. El PIB per cápita se ha duplicado en EU en los últimos 20 años, pero en China se ha multiplicado por 10 en el mismo periodo. Mientras en el primero la clase media se siente estancada, en China se ha creado una clase media dinámica de más de 400 millones de personas.  

EU también tiene el poder del dólar, la moneda más fuerte del planeta y la más utilizada para transacciones internacionales. China hasta ahora no había logrado que su moneda fuera considerada una alternativa viable, pero eso puede cambiar con la introducción del e-RMB (renminbi electrónico), la primera moneda digital operada por una economía.  

El poder militar sigue siendo superior en EU que gasta una cantidad de dinero mucho mayor a la de otros países en esto y sigue teniendo un equipamiento más avanzado, pero China ha ido reforzando consistentemente su poder militar. 

Según un análisis que hace RAND Corporation, China no está en capacidad de ganar una guerra frontal a EU, pero sí puede ganarle batallas para controlar su zona de influencia, por ejemplo, conquistar Taiwán, quitarle territorio en disputa a Japón o controlar recursos marítimos de sus vecinos. 

Tecnológicamente EU ha dominado desde Silicon Valley las primeras olas de la revolución digital, pero China ha dejado de ser el imitador de mala calidad para convertirse en una potencia tecnológica. Huawei se está posicionado como el jugador más importante de infraestructura 5G, Alibaba mueve más del doble de comercio electrónico que Amazon, y Alipay y Wechat han convertido los pagos electrónicos en la norma en China. 

Los últimos dos puntos, la política doméstica y el liderazgo internacional están relacionados. La creación de instituciones globales para defender los valores democráticos compartidos es lo que le ha dado el liderazgo internacional a EU frente a países autoritarios como Rusia o China. Pero la democracia acompañada de indignación por desigualdad económica también puede crear fenómenos como Trump que tiran abajo las alianzas internacionales. Eso hace que paradójicamente hoy un país con mecanismos de control doméstico cuestionables como China pueda posicionarse como un líder global viable.  

En resumen, aunque EU no va a desaparecer como superpotencia, sí puede perder su rol como policía del mundo. Asia puede quedar bajo la influencia de China, que además puede ir ganando gradualmente poder económico y tecnológico en el que está invirtiendo cada vez más. 

Twitter: @ortegarance

jl/I