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Incomprendidos a las y los maestros

Hoy se festeja a las y los maestros. Este día se celebró en México por primera vez en 1918. Esta fecha fue elegida un año antes por un grupo de legisladores, cuando se comenzó a discutir la posibilidad de celebrar a los docentes en el país.

En México, la carrera de formación docente para la educación inicial o especial, la de didáctica y pedagogía, y la de formación docente para primaria están entre las 10 peores pagadas del país, con salarios mensuales promedio que van de los 9 mil 500 a los 10 mil 500 pesos, esto de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) en su informe de 2022.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su reporte Maestros y escuelas por entidad federativa según nivel educativo, para el ciclo escolar 2020-2021 se registraron 2 millones 10 mil 989 maestros, que sirven para 250 mil 698 instituciones educativas.

La entidad donde hay una mayor cantidad de maestros es el Estado de México con una plantilla de 245 mil 475 docentes para 22 mil 308 escuelas, le sigue la Ciudad de México con 188 mil 345 maestros; Jalisco con 130 mil 247; Veracruz con 128 mil 503 y Puebla con 97 mil 940.

El corazón del sistema educativo son las y los maestros, su labor permite garantizar derechos humanos fundamentales, ya que la educación es un instrumento poderoso que permite a la niñez y a personas adultas que se encuentran social y económicamente marginadas a salir de la pobreza y participar plenamente en la vida de la comunidad. La educación es un derecho humano fundamental que ocupa el centro mismo de la misión de la UNESCO y está indisolublemente ligado a la Declaración Universal de Derechos Humanos y a muchos otros instrumentos internacionales en derechos humanos. El artículo 26 de la declaración universal y el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la defienden.

En México el problema no es que los maestros están renunciando; el verdadero conflicto es que no hay suficientes docentes para este 2023. De acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, en 2018, 61 mil 376 docentes se pensionaron o desertaron. De estos, 50 por ciento daba clases en primaria y 41 en secundaria. Para 2023, se predice que esta cifra aumente a 160 mil 166 docentes.

Según datos del reporte Docentes en México (2015), para 2023 las vacantes en nivel primaria serán cerca de 78 mil 823 y de secundaria de 52 mil 180.

Lo que representa un problema serio de déficit de personal docente ya que, según el reporte, los egresados normalistas en los últimos años han sido cerca de 8 o 9 mil.

La pregunta es ¿por qué no resulta atractiva la profesión de la docencia? Son muchos los factores, el principal es la poca competitividad salarial, ya que las y los maestros ganan 83 por ciento menos que otras ocupaciones por lo que no es una carrera atractiva para la juventud, la oportunidad de crecimiento es sumamente burocrática, hay una ausencia de un programa de salud mental que les apoye con el manejo del estrés y síndrome de burnout, como consecuencia de la carga laboral excesiva, la incertidumbre laboral al contar con contratos a término fijo o por prestación de servicios.

Para compensar su salario como docentes muchos de ellos deben tener hasta dos empleos, es decir, una doble jornada laboral, lo que implica en muchos casos la frustración por los bajos salarios, falta de respeto del alumnado, de las y los padres de familia y de las propias autoridades educativas, falta de infraestructura en los planteles educativos que les permitan desarrollar plenamente sus sesiones de clase, aunado a que las y los maestros sienten que tienen mucha presión por cumplir tanto objetivos ajenos a sus clases, como las expectativas de lo que los padres quieren que sus hijos aprendan.

En definitiva, las y los maestros no cuentan hoy con las condiciones propicias para desarrollarse personal y profesionalmente hablando y aun cuando el año pasado se comprometió el presidente de la República a incrementar el sueldo de las y los maestros, esto no es suficiente ya que sus necesidades laborales van más allá solo de salarios dignos.

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jl/I