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Hechos, no palabras

El presidente López Obrador llega a su tercer Informe de Gobierno en medio de un escenario más complicado de lo que hubiera querido: en lo político, por haber perdido la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, en la inseguridad porque la violencia no baja y en lo económico porque todo indica que la recuperación ya se acabó. 

Curioso que el lema que eligió es “Hechos, no palabras”, y es justo de lo que carece este informe: hechos. O de otra manera, no siempre los hechos han sido buenos o dignos de presumir. 

La violencia no ha cedido a pesar de su promesa de que habría resultados visibles en sólo seis meses, la verdad es que se ha quedado estacionada en los niveles más altos que ha visto el país desde siempre: 2 mil 500 homicidios dolosos por mes. 

Mientras que desde los tiempos de Vicente Fox, las cifras de homicidios han venido creciendo, con López Obrador se han estacionado en niveles históricos. Si la tendencia continua, este sexenio será el más violento en la historia. 

En lo económico no hay nada que celebrar, si bien es cierto que la economía tuvo un importante rebote desde junio de 2020; por un momento daba la impresión de que dichas tasas de crecimiento podrían significar que la recuperación económica sería muy rápida. 

Sin embargo, esta rápida recuperación duró de junio a octubre. A partir de ahí, la economía mexicana entró en un primer periodo de estancamiento. De noviembre a febrero de este año; en marzo se da un nuevo brinco. A partir de marzo y hasta donde tenemos datos, la economía ha vuelto a estancarse. 

Llegamos a marzo de 2021 con el nivel que el país traía antes de ser golpeado por la pandemia, pero desde entonces ya la economía dejó de moverse. 

El punto es que el gobierno de AMLO llega a su tercer informe con una economía que no se mueve desde marzo. Recuperar el nivel previo a la pandemia era importante, pero no suficiente, ya que esto sólo significaba que México volvía de los números negativos al cero de crecimiento. 

Para ejemplos, varios: las ventas de la ANTAD han recuperado a junio el nivel que traían en 2019, pero no logran sobrepasarlo. Y no se ve que esto vaya a cambiar en el corto plazo. 

Otras caras: el sector industrial, el de las empresas comerciales y el de servicios en general, todos con una enorme relevancia de lo que pasa en la economía interna. En general, ninguno de esos sectores camina. La actividad en el sector industrial en México alcanzó su nivel máximo de recuperación en marzo y a partir de ahí ha venido bajando. 

En el caso del sector de empresas comerciales, el empleo dejó de crecer en enero de este año y a partir de ahí se ha mantenido estancado. Ni siquiera recuperando los niveles previos a la pandemia. 

Y finalmente en el caso del sector servicios, que constituye dos terceras partes de toda la economía nacional, está en los mismos niveles desde diciembre de 2020. No se ha recuperado desde entonces. 

La recuperación ya se terminó y la economía ha perdido su oportunidad de aprovechar el dinamismo internacional. Si bien es cierto que 2021 crecerá respecto al terrible 2020. También es cierto que no parece que haya mayor crecimiento en 2022. 

“Hechos, no palabras”. 

Twitter: @Israel_Macias

jl/I