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Necesidad

En medio de la crisis de seguridad en el estado, las declaraciones de Luis Octavio Cotero Bernal, ex director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), revelan una realidad preocupante. Lejos de enfrentar la delincuencia de manera efectiva, las autoridades estatales parecen estar más enfocadas en encontrar espacio para almacenar cadáveres y segmentos de cuerpos que en agilizar los procesos periciales para satisfacer las demandas angustiantes de las familias.

En entrevista radiofónica realizada por mi compañera Sonia Serrano Íñiguez, con motivo de la inminente compra de una cámara refrigerante con capacidad para almacenar más de 400 cadáveres y otras 84 cajas para segmentos anatómicos, el ex funcionario estatal lamentó que las familias clamen desesperadamente la entrega de los cuerpos de sus seres queridos, pero que en muchos casos ni siquiera se los den completos; reciben partes, como pies o manos, evidenciando falta de respeto y empatía, en medio de lo que parece ser la más cómoda solución: agregar más refrigeradores a las instalaciones forenses, un parche superficial que no aborda la raíz del problema.

La situación es lamentable y pone de manifiesto la grave irresponsabilidad de las autoridades para abordar un tema tan sensible, urgente y delicado, señaló Cotero Bernal, al hacer énfasis en que el rezago en el IJCF se atribuye al exceso de trabajo y a la escasez de personal y equipos necesarios para llevar a cabo dictámenes periciales de manera eficiente.

Y si hay quien tenga una voz autorizada es él, que denunció hace más de cinco años ante sus superiores la ya en escalada acumulación de cadáveres y en cuya administración la Fiscalía del Estado tuvo que hacerse de tráileres con cajas frigoríficas para resguardar cientos de cuerpos, en un caso que tuvo eco internacional. Cinco años después ese aumento no solo ha continuado, sino que hay otro factor: la creciente brutalidad de la delincuencia, que ahora despedaza a las víctimas y las riega o deja en diferentes puntos, para complicar aún más el proceso de identificación.

La falta de técnicas eficientes para llevar a cabo los dictámenes periciales agrava la crisis. Se necesita un aumento en el personal especializado y en los equipos necesarios para los análisis genéticos y físicos. Cada sección corporal requiere la extracción de ADN, un proceso que exige recursos y habilidades especializadas. Lo que se considera escasa inversión en estas áreas ha contribuido a que la crisis forense alcance proporciones alarmantes. ¿Pero qué recurso es suficiente cuando la violencia no cesa?

Las cifras no mienten: más de 4 mil cuerpos o secciones anatómicas se acumulan actualmente en el instituto, una realidad de la que no admiten discusión pública quienes nos gobiernan; una desbordante cantidad que se niegan a calificar como parte de una crisis forense. No es una crisis, nos dicen; pero sí necesitamos más espacio para esos cientos de cuerpos.

La complicidad de las autoridades con la delincuencia que advierte Cotero Bernal es una afirmación escalofriante, pero el creciente nivel de tolerancia y la aparente impunidad que prevalece en todo el país dejan la sensación de que el Estado se declara inútil frente a la violencia, mientras nos quedamos con temor, desprotegidos y desesperados.

La solución no puede ser simplemente aumentar la capacidad de almacenamiento de cuerpos; y aunque se requiere una inversión significativa en recursos humanos y tecnológicos para modernizar y fortalecer las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia, también es urgente reconocer esa realidad que niegan, para de ahí partir y abordar el problema en todas sus dimensiones.

Sin embargo, ¿de qué servirán más genetistas o mejor equipamiento o procesos más rápidos de investigación o de impartición de justicia si el origen, esa violencia que nos arroja esos cientos de cuerpos encontrados lo mismo en fosas, que en bolsas, a pie de calle o hasta en las fauces de los perros, sigue rondándonos los talones? Así, ni toda la inversión posible será suficiente.

Nada basta.

X: @perlavelasco

jl/I