Injerencias y presiones

La arrogancia de los legisladores de Estados Unidos y del gobierno de Washington es tal que llegan a injerencias intolerables en torno al Tratado México-Estados y Canadá (TMEC). 

No bastó la exigencia de Estados Unidos de una reforma laboral en México sino que ahora dicen que “necesitan ver” la aplicación de garantías de libertad sindical en funciones. 

Richard Neal, presidente del comité de procedimientos de la Cámara de Representantes de EU, en su reciente visita a México al frente de un grupo de legisladores, pidió a México demostrar la implementación de los cambios en la legislación laboral como pre requisito para la aprobación del TMEC. 

La reticencia estadunidense a la aprobación del tratado obligó al presidente López Obrador a enviar una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi para urgir la aprobación del nuevo tratado comercial trilateral. 

La intención es que Estados Unidos ratifique el TMEC antes del 28 de noviembre, pero no hay plenas posibilidades de ello y podría ser hasta el próximo año su aprobación o peor aún, nunca. 

Los riesgos del rechazo al TMEC son que Estados Unidos diera por terminado el actual TLCAN, porque de no ser así no habría ningún cambió y se mantendría el acuerdo comercial vigente. 

Además, debe decirse, el TMEC presenta mayores desventajas para México que el anterior tratado y favorece soló a los Estados Unidos, porque Canadá es también marginado. Así las cosas. 

AHORROS 

Una de las principales razones por las que el crecimiento económico ha sido prácticamente nulo en el presenta año es la falta de inversión en el país. 

En el cuarto trimestre de 2008 se registró el máximo histórico de inversión con 24 por ciento del PIB, pero ese porcentaje está hoy lejos. 

La tendencia en la inversión ha sido a la baja en los últimos trimestres con una disminución de 0.6 por ciento en el cuarto trimestre de 2018 en relación al anterior; de -2.4 por ciento en el primer trimestre y de -4 por ciento en el segundo trimestre, siempre en relación al previo. 

En su porcentaje respecto al PIB la inversión se ubicó en 20.5 por ciento al cierre del segundo trimestre de este año, siendo solo inferior en el segundo y tercer trimestre de 2014, cuando fue de 20.4 por ciento. 

Esto demuestra que la inversión y especialmente la privada no ha dado total respaldo a la economía mexicana. 

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