Romper la indiferencia ante las desapariciones

El grave problema de la desaparición de personas en Jalisco se ha hecho visible nuevamente a partir del informe Sobre Fosas y Registro Nacional de Personas Desaparecidas, presentado a principios de año por el gobierno federal, y que sitúa a nuestra región entre las entidades con un mayor número de personas desaparecidas en el país. Según ese informe, Jalisco estaría en el primer lugar nacional durante el último año. 

Durante esta semana se discutieron en Guadalajara distintas propuestas para la atención, solución y prevención sobre esa problemática. Por ejemplo, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) se convocó a un importante foro bajo la significativa demanda de “un foro para escuchar y abandonar la indiferencia”. Las mesas temáticas del evento, además de los aspectos jurídicos abordaron propuestas para la coordinación entre autoridades, la participación de la sociedad civil y de los colectivos en el impulso a la legislación, la prevención, búsqueda, investigación, declaración de ausencia y los retos del poder judicial. 

Entre las diversas participaciones del foro en ITESO destacaron las voces de los colectivos de familias, como la de Araceli Salcedo, quien habló a nombre del Movimiento Nacional por Nuestros Desaparecidos en México. Ella busca desde 2012 a su hija Rubí, y es fundadora del Colectivo Familias Desaparecidos Orizaba-Córdova. En su intervención expresó que las madres han tenido que capacitarse en derechos humanos, antropología y en búsqueda forense; que el mayor desafío que enfrentan en su localidad es lograr que el gobierno deje de simular, porque no está haciendo su trabajo; y que, como familias, les toca exigir a las diversas autoridades que haya un compromiso real con las víctimas. 

Por otra parte, el Congreso del Estado de Jalisco convocó a una consulta sobre tres ordenamientos jurídicos de suma relevancia, que deben estar en armonía: sobre desapariciones, víctimas y declaración de ausencia. El foro convocado respondió a una exigencia expresada desde hace tiempo en el sentido de abrir la discusión sobre la legislación de la manera más amplia posible; a que los colectivos y familiares tengan garantizada su participación, y que sus aportes sean incorporados efectivamente en el proceso de elaboración de las leyes. 

En el foro, tanto en intervenciones de los ponentes como en la discusión de las mesas, se escucharon voces criticando fuertemente la ausencia de los legisladores locales, su escasa o nula participación en la escucha y en las mesas de trabajo; también se hizo notar que no existe un mecanismo que garantice realmente la presencia y participación de las representaciones de familiares de los desaparecidos de los diversos municipios del Estado y que tampoco se abrió la consulta de manera regional, como se ha solicitado insistentemente a las comisiones del Congreso. 

En el primer día de trabajos, la señora Esperanza Chávez habló a nombre del colectivo Por Amor a Ellxs señalando que los familiares son la voz de los que no están; que debe hacerse un esfuerzo para que Jalisco tenga la mejor ley del país en la materia, pero para que eso sea posible, la consulta debe ser mucho más amplia. 

Los aportes en ambos foros por parte de los organismos defensores de derechos humanos, de los colectivos, de expertos comprometidos, deberían ser considerados en el proceso legislativo local; por parte del Congreso la consulta debe ampliarse a universidades, colegios de abogados, al interior del estado, siempre teniendo a las familias como protagonistas, acordando con los colectivos el mecanismo más idóneo de trabajo y los recursos necesarios para que se garantice su participación. 

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