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Botón de Emergencia

La semana pasada, el gobernador Enrique Alfaro planteó el Botón de Emergencia como la nueva estrategia para contener la expansión del Covid-19. Esta estrategia consiste en suspender la mayoría de las actividades económicas y establecer el aislamiento obligatorio de la población durante catorce días (i.e., “parar en seco”).   

El Botón de Emergencia suspendería las actividades estatales si ocurriera que: 1) La ocupación hospitalaria por enfermos de Covid-19 requiriera 50 por ciento de las 2 mil 738 camas disponibles en Jalisco; o bien si, 2) la incidencia semanal de casos ascendiera a 400 casos por cada millón de habitantes.   

El Botón de Emergencia se justifica por razones sanitarias y económicas. Particularmente, las cifras del IMSS muestran que la variación anual de puestos de trabajo en Jalisco, durante el mes de junio, ha sido negativa en 2.3 por ciento.  Esto implica que el PIB estatal podría disminuir 7 por ciento en 2020. 

¿Cuáles serían los costos de parar en seco a la economía jalisciense? Para responder esta pregunta hice un ejercicio estadístico. Las estimaciones muestran que, si se redujera entre 50 y 80 por ciento la actividad económica estatal, dichos costos ascenderían entre 30 mil 046 y 48 mil 074 mdp. 

Las estimaciones también sugieren que los costos de hacer funcionar el botón de emergencia durante catorce días oscilarían entre 1.9 y 3.1 por ciento del PIB estatal. Sin embargo, los costos no se distribuirían de igual manera entre los sectores económicos. El sector de los servicios pagaría los costos más altos.  

Las estimaciones también evidencian que los costos de la crisis sanitaria están rebasando la capacidad de respuesta del gobierno estatal. Ello porque los mencionados costos oscilan entre 24.4 y 39.1 por ciento del total de egresos presupuestado por el gobierno estatal para este año (123 mil 013 mdp).  

En mi opinión, es poco probable que se utilice el botón de emergencia. Sin embargo, la decisión de utilizarlo en el corto plazo dependerá en buena medida del comportamiento de la población jalisciense. En este contexto, no sobra enfatizar que, salvo en caso de verdadera necesidad, lo mejor será quedarse en casa. 

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jl/I