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López Velarde y la astronomía 

Phillips roza el tema y advierte que los motivos astronómicos son frecuentes en su verso y en su prosa (...) No cabe duda que López Velarde se interesó en las “ciencias ocultas”, inclinación que comparte con varios poetas modernos

Octavio Paz citado en ‘Homenaje al poeta Ramón López Velarde LXXXVII aniversario luctuoso’, IEEZ, Zacatecas (s/f), p. 13

 

El reciente centenario del aniversario luctuoso –19 de junio– del poeta oriundo de Jerez, Zacatecas, Ramón López Velarde nos invita a una somera revisión del tema astronómico en su obra y con ello abonar un poco al muy dilatado tema de la astronomía en la literatura, sin pretender la erudición de un Alejandro Gangui quien aborda el tema del cosmos en la obra de Dante Alighieri (Poética Astronómica, FCE, México 2008) sí pasaremos revista a la prosa titulada Mundos habitados publicada en el periódico tapatío de inspiración católica El Regional justo el 20 de junio de 1909 y rescatado en una selección realizada por Alfonso García Morales para la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com/). 

El que recibió el nombre de Ramón Modesto López Velarde y Berumen se formó como abogado en el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí, luego de haber transitado por los seminarios conciliares de Zacatecas y Aguascalientes, la ficha a él dedicada en la Enciclopedia de la Literatura en México consigna: “Su escritura, plena de imágenes y de un lenguaje constantemente renovado, colocó a la poesía de México en la antesala de la vanguardia” (http://www.elem.mx/autor/datos/612) y podemos discrepar de Octavio Paz pues al menos en Mundos habitados es claro el cariz de respeto hacia la ciencia y su terminología, el primer párrafo dice: “Mirando el último eclipse de la reina de la noche, que dirían los abuelos románticos, mientras la luna recobraba con lentitud su zona iluminada, asemejándose a una dignidad eclesiástica que mitigara su faz luminosa con oscuro solideo en la cabeza astral, el espíritu dábase a gratas divagaciones estelares, no obstante lo poco que he contemplado el cielo” y luego aclara: “Me intrigaba también algo incipiente de capricho científico, no obstante mi lectura escasa, por no decir nula, de Verne”, el tránsito de la ciencia ficción al conocimiento científico queda expresado cuando después de mencionar el interés en ese tiempo en el planeta Marte escribe: “Hablen los sabios de hipótesis admisibles en la ciencia de la naturaleza; los filósofos hablen de conveniencias ontológicas y hablen los mismos moralistas ortodoxos empeñados en extender el número de las creaciones divinas”. 

Podemos aventurar la hipótesis de que su formación en ciencias en los seminarios le brindó el bagaje con el cual abordar con soltura temas de ciencia en su obra y sin más recordemos a preclaros sacerdotes como Agustín de la Rosa, Jesús Torres y Severo Díaz Galindo, quienes publicaron sendos libros de enseñanza de la astronomía. 

Twitter: @durrutydealba

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