INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

El deporte, constructor de paz

Minutos antes de correr por calles del Área Metropolitana de Guadalajara, los cientos o miles de deportistas de cada competencia llegan entusiasmados. Sonríen. Gritan con alegría. La energía colectiva es intensa. Cerca del punto de salida dedican minutos a los ejercicios de calentamiento y flexibilidad. Son niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que, enfundados con la playera que con su inscripción les entregaron un día antes, se disponen a poner a prueba sus piernas y corazón. En su mente ya imaginan que llegarán a la meta, no importa si es una carrera de tres, cinco, diez kilómetros; un medio maratón o un maratón o la distancia que sea. Fortalecer el cuerpo es fortalecer la mente. Algunos correrán, otros trotarán y no faltan los que combinen correr con caminar. Cada quien a su ritmo. El deporte como estilo de vida sana.

Para unos, correr es mantener fuerte y sano el cuerpo, sentir los cambios en la corporeidad; otros lo hacen por salud, por recomendación médica al padecer alguna enfermedad o para disminuir el estrés; numerosos corredores se imponen desafíos y miden cómo disminuyen tiempos y aumentan distancias; para muchos lo relevante es la convivencia, acudir con la pareja, la familia o los amigos del club deportivo, que brindan apoyo emocional; hay padres, madres y abuelos que llevan a hijos o nietos para inculcarles el amor al deporte. Son héroes o heroínas quienes trotan y empujan carriolas con bebés. En todas las disciplinas, el deporte tiene numerosos modelos a seguir.

Los hay gorditos o gorditas con bastante resistencia; delgados o delgadas que casi vuelan al correr; fornidos que se ponen a prueba lejos del gimnasio; triatlonistas, pentatlonistas o quienes han participado en la gran variedad de eventos y modalidades que se ofrecen en redes sociales; se anotan nuevos y viejos corredores, que se registran también en competencias como las organizadas en la Ciudad de México; que corren en bosques, en malecones con el mar de compañía, o en montañas y barrancos; que viajan a ciudades de otros países para vivir la experiencia de correr en maratones como los de Boston, Las Vegas, Nueva York, Tokio o París. El deporte fomenta el turismo.

Correr o trotar implica ponerse retos comprobando los avances, automotivándose para continuar, afianzando la autodisciplina. Es levantarse a temprana hora, antes de que el sol agobie, o hacerlo de noche. Es buscar espacios para ejercitarse, en alguna unidad deportiva o parque, regularmente mal cuidados en la urbe tapatía, salvo pocos casos; o hacer de las calles metropolitanas la pista que se recorre con tenis especiales, en short o pants, mientras se esquivan baches, resbalones o vehículos.

La paz social también se construye a través del deporte. Mentes tranquilas en cuerpos tranquilos. Paz interna que se transmite externamente. La cultura física es una de las vías para el desarrollo y educar en la paz. Es otro de los caminos para respetarse a sí mismos y respetar a otros, para fomentar valores y la comunicación en el logro de metas comunes. Los kilómetros recorridos a zancadas son un símil de la actitud de cada persona durante su vida, con sus caídas y levantadas, sus logros y metas alcanzadas.

X: @SergioRenedDios

jl/I