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Claroscuros

En las últimas semanas se han difundido varios indicadores económicos referidos al primer semestre del año. Los indicadores más destacados han sido los de actividad económica. Según los indicadores, durante el primer trimestre de 2023 las tasas anualizadas de crecimiento de las actividades económicas nacionales y jalisciense fueron, respectivamente, de 3.5 y 4.7 por ciento.

Los indicadores de empleo y desempleo tuvieron un comportamiento similar. Así, al término del primer cuatrimestre, los trabajadores nacionales y jaliscienses, asegurados en el IMSS, crecieron, en términos anuales, 3.8 y 4.7 por ciento. Paralelamente, las tasas de desempleo se redujeron. Así, en marzo, las tasas de desempleo fueron, respectivamente, del 2.4 y 1.9 por ciento.

Los indicadores también sugieren que hay mejores expectativas de desempeño económico. Estas expectativas pueden medirse indirectamente mediante los índices de confianza de los consumidores. Entre los meses de abril de 2022 y 2023, los mencionados índices nacional y jalisciense crecieron, respectivamente, en 0.68 y 3.22 por ciento.

Así, la evidencia sugiere que la economía está experimentando mejoras significativas de corto plazo. Particularmente, sugiere que se está revirtiendo la desaceleración que la economía había experimentado desde 2021. También, sugiere que la confianza ha aumentado. Además, la evidencia sugiere que Jalisco tendrá un mejor desempeño económico que el nacional durante este año.

Desafortunadamente, no todos los indicadores muestran mejoras. Hay claroscuros. Los registros de la inflación general de abril, por ejemplo, muestran que los precios nacionales y jaliscienses crecieron, respectivamente, en 6.25 y 6.37 por ciento. Así, durante dicho año, los jaliscienses experimentaron mayores pérdidas en su poder adquisitivo que el promedio de los habitantes del país.

Los indicadores del sector externo además sugieren que la economía enfrentará problemas en el consumo y la inversión. Los indicadores trimestrales anualizados muestran que las remesas nacionales y jaliscienses disminuyeron, respectivamente, en -10.2 y -7.8 por ciento. Los montos de inversión extranjera directa, además, disminuyeron, respectivamente, en -4.1 y -10.6 por ciento.

La evidencia, por tanto, sugiere que es necesario hacer cambios en las políticas económicas. La coexistencia de crecimiento e inflación denota la necesidad de enfriar la economía vía ajustes en la demanda agregada. Además, la evidencia denota que es necesario promover la inversión extranjera directa, las exportaciones y las remesas para evitar caídas en la producción y el consumo.

En mi opinión, los indicadores sugieren hay políticas concretas que podrían impulsar el desarrollo de las economías nacional y jalisciense. Sin embargo, debe señalarse que la utilidad de dichas políticas dependerá del conocimiento, cautela, objetividad y pragmatismo de los hacedores de políticas. Sin dichos elementos, las políticas podrían generar serios problemas para el país.

*Economista e investigador de la UdeG

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jl/I