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Presupuesto ‘fast track’

El período electoral resultó ser el mejor pretexto para que en el Congreso local en este año hagan una aprobación del gasto público del próximo año de todo el estado de manera fast track.

En las últimas semanas nadie tiene tiempo para estar en el palacio legislativo. Los legisladores locales con trabajo sacan las sesiones de pleno que son obligatorias por ser solemnes y estar declaradas en la ley o porque tienen términos para su aprobación, como ocurrió con las conclusiones de la glosa, de lo contrario seguirían posponiendo el tema como ocurre con esta semana.

Los pasillos en el Congreso local cada vez están más vacíos, tanto de personal como de legisladores, porque la dinámica de actividades ha bajado el ritmo; un contraste con lo que se ve en las calles.

Bajo este escenario, los diputados locales se preparan para aprobar sin explicaciones oficiales, y sin interés de escuchar a los que recibieron un importe más bajo, el presupuesto de gasto del próximo año.

Y están tan distraídos en sus actividades partidistas y personales políticas que nadie ha levantado la voz para quejarse de esta dilación para estudiar el tema cuando sólo falta una semana para que venza el plazo fatal para su aprobación, que es el 15 de diciembre.

El dominio del Ejecutivo sigue prevaleciendo, pese a que no se aprobó con tanta anticipación cómo ocurrió el año pasado, con más de tres semanas antes de vencerse el plazo, es decir, quedó aprobado en sesión de pleno desde el 22 de noviembre. Ahora se perfila que quizás se apruebe por unanimidad, pero sin discusión y hasta la próxima semana.

La mesa de trabajo con el secretario de Hacienda, Juan Partida Morales, para resolver dudas se ha postergado tanto que ahora se especula que ya no se realizará, que será innecesaria porque cada quien está negociando aparte con el Ejecutivo sus intereses propios.

Ni siquiera la Universidad de Guadalajara ni los Hospitales Civiles están levantando la voz en las calles o en los medios de comunicación para que les otorguen más recursos porque confían en el diálogo directo que van a tener con el gobierno del estado que esperan que les rinda frutos.

Esto a su vez se ve reflejado en que los diputados de oposición también están callados, ninguno ha levantado la voz para exigir transparencia o apurar a las mesas de trabajo.

En la Comisión de Hacienda se aprobó un dictamen buscando el consenso de mesas de trabajo sin fecha, y por eso sigue la espera.

La falta de transparencia es tan evidente que hasta el momento no hay ninguna explicación oficial pública por parte del Ejecutivo sobre el porqué de los montos tanto en la Ley de Ingresos como en el Presupuesto de Egresos del próximo año y parece que la sesión con la Secretaría de Hacienda tampoco se realizará.

Así que el Ejecutivo podrá aprobar sus números con la complicidad de sus diputados aliados y con la dispensa de los diputados de oposición porque nadie se queja.

La única propuesta pública que se ha escuchado es otorgar una tercera parte de los 8 mil millones de pesos que se necesitan para reparar toda la tubería del agua potable que controla el Siapa y tampoco se ha discutido lo que debe hacerse.

Es obligatorio poner una parte de recursos para el próximo año porque si no se arranca la renovación de la red nunca se terminará el agua sucia que llega a las casas, pero hasta el momento no hay un consenso y parece que cada quien podría tener sus propias propuestas y sólo prosperará la que logre consenso con Movimiento Ciudadano.

Aquí se notará si realmente hay una intención de ayudar al ciudadano y el tiempo en que quieren solucionar el problema, que lleva cuando menos más de dos años sin resolverse.

La decisión final la tendrán los diputados locales.

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jl/I