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Ciudadanas comprometidas; autoridades, no tanto

Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanas reflexivas y comprometidas puede cambiar el mundo; de hecho, es lo único que lo ha hecho

Margaret Mead

 

Como bien lo hizo notar el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo, se acaban de cumplir tres años de la aprobación de dos leyes que atienden directamente la problemática de la desaparición de personas por parte del Congreso del Estado de Jalisco (aquí dan a conocer todo el proceso: https://shorturl.at/rAR19).

Es importante hacer notar que esas leyes existen gracias al empeño de las buscadoras que no se rindieron ante la evidente falta de interés, tanto del Poder Ejecutivo como del Legislativo, para atender esta problemática, que provocó un retraso de más de tres años en su elaboración y promulgación.

Recuerdo que me consultaron algunas organizaciones respecto a la posibilidad de que esas leyes se aprobaran, y yo les comenté que como ya había comenzado el periodo electoral lo más probable era que no, porque la gran mayoría de las diputadas y diputados iban a estar haciendo lo necesario para ganar el nuevo puesto al que se habían postulado. Al menos eso era lo que podía comentar desde mi experiencia.

Sin embargo, las buscadoras no tomaron en cuenta mis comentarios, porque para ellas era vital contar con esas leyes, y me dieron una gran lección sobre lo importante del compromiso ciudadano.

Hicieron todo lo que estaba de su parte para impedir que se aprobaran leyes que no iban a contribuir a resolver las deficiencias del marco legal vigente en ese momento, que ellas conocían bien, y consiguieron que se creara una subcomisión legislativa que, en un ejercicio ejemplar de apertura legislativa, discutió junto con ellas y representantes de los poderes Ejecutivo y Judicial, dos iniciativas, la relativa a la desaparición de personas, y otra sobre la declaración especial de ausencia.

Pero su trabajó no terminó ahí, ya que, una vez que se aprobó en la subcomisión el dictamen de las iniciativas, tuvieron que presionar al Congreso para que el pleno las aprobara, y se convirtieran en leyes. Se vieron en la necesidad de clausurar simbólicamente el recinto legislativo en dos ocasiones para poner en evidencia que estaba cerrado a la participación ciudadana y a las necesidades que expresaban, porque desde el Poder Legislativo se había bloqueado y pospuesto la aprobación de esas leyes en varias ocasiones.

Afortunadamente, en todo ese proceso no estuvieron solas. Varias organizaciones ciudadanas, organismos internacionales e instancias académicas las respaldaron, así como varios medios de comunicación, por lo que a quien tomaba las decisiones en el Congreso no le quedó más remedio que aceptar que era muy importante la aprobación y promulgación de esas leyes, y el 5 de marzo se aprobó la que ley sobre desaparición de personas.

Desafortunadamente, a tres años de distancia, aún no cobran plena vigencia esas leyes, porque aún quedan muchos artículos transitorios por cumplirse, y en esa omisión se encuentran tanto los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, como los municipios de Jalisco.

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X: @albayardo

jl/I