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Nuestro granito de arena

Esta primera reflexión del año quise enfocarla a alentar a poner nuestro granito de arena para este planeta y para la sociedad.

Sin importar el lugar donde vivas, el trabajo que tengas, la educación que recibiste o si eres grande o pequeño, todos podemos hacer algo para mejorar nuestro planeta, nuestro entorno y nuestra comunidad. Sólo es cuestión de voluntad y darte tiempo.

Aún estamos en los primeros días del año para reflexionar sobre qué podemos hacer para ayudar a nuestro medio ambiente o contribuir al cambio social, y no es muy difícil porque podemos empezar desde nuestro espacio personal y de casa, incluso oficina.

Reciclar, reusar y reutilizar son las primeras acciones más sencillas y rápidas que se pueden emprender para ayudar a disminuir la cantidad de basura que generamos y a tener conciencia de lo que compramos. Y de paso apoyar al planeta.

Aquí no cuenta únicamente hacer la colecta de tapas de plástico, que son para apoyar a los niños que tienen cáncer, y que afortunadamente se ha puesto de moda; y aun así es difícil que la mayoría lo haga, por eso invito a reciclar todo tipo de materiales que puede reusarse.

La propuesta es voltear a ver nuestro alrededor, lo que consumimos y lo que usamos para detectar lo que podemos reciclar o reutilizar, desde las botellas de refrescos, leches, sueros o cualquier otro empaque; las bolsas de plástico que todavía se dan en las tiendas y que se pueden reciclar; las envolturas de la comida empaquetada que compramos y el papel que desechamos porque se acabó su vida útil. El listado es enorme, y siempre se va en la basura general que se lleva el camión.

Estas tareas no son difíciles de hacer. Lo único es crear el hábito y tener muchas ganas de contribuir porque luego se hace una costumbre fácil de seguir y lo único que sí es necesario realizar es ubicar un espacio para la separación en nuestra casa, y también en la oficina.

Aquí podemos ser creativos porque podemos llevar el material a reciclar sin recibir ningún pago o está la opción de llevarlo a las recicladoras para recibir un monto económico, que después podríamos donar a alguien que realmente lo necesite, una asociación o incluso si conocemos a alguien que se dedique a esta actividad podemos apoyarlo dándole nuestra parte.

Si en realidad quieren aportar todavía más al planeta está la fabricación de los ecoladrillos, donde se puede meter todo tipo de material no reciclable y que ahí se comprime para que puedan utilizarlo para hacer muros o hasta construcciones completas; incluso el hielo seco también hay quien lo recoge.

Ahí están los puntos limpios de los gobiernos municipales, que confiamos que en realidad se aproveche el material para el reúso.

Otra reflexión es evitar los desechables para las comidas fuera de casa. Es mejor cargar con nuestros propios utensilios y evitar generar basura, que solo se usa un momento y contamina mucho tiempo.

Lo bueno también es que se puso de moda los termos para el café o las botellas para el agua y así se evita estar usando vasitos y vasitos. Es un gran avance, pero el reto es llevarlos a todos lados para tener el compromiso de no usar desechables salvo que sea estrictamente necesario.

La otra sugerencia es llevar tus contenedores de comida como en la escuela o como en el pasado, en la compra de los alimentos, en los traslados de comidas o para evitar llevar desechables a la casa. En las reuniones aún se ven muchos desechables, cuando deberíamos tener un poco de calma para lavar los trastes o llevar los propios.

Ahora si nos pasamos a las áreas verdes también podemos marcar la diferencia mejorando espacios públicos en zonas que lo necesitan, sembrando tu árbol y regarlo o propiciar la reforestación donde se necesite, así como la limpieza.

El granito de arena está en cualquier lugar donde queramos marcar la diferencia, sólo es observar a tu gente, tus vecinos, tu lugar de trabajo, tu familia, tu escuela y lo que sea necesario para poder ser mejores.

Y esto sólo es el medio ambiente, falta ver lo que podemos hacer para ayudar al otro y hacerle pasar un momento más agradable, pero la apuesta es que sea algo que transforme, no sólo del momento, no de la moneda, no sólo del apapacho. Algo trascedente.

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jl/I