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Sumemos coincidencias contra los feminicidios

Uno de los puntos en que podemos coincidir casi todos los jaliscienses es que urge detener la violencia contra las mujeres; incluidos sobre todo los casos extremos, los feminicidios, los crímenes de odio hacia las mujeres. Entre la minoría que no lo secundarían podrían estar los que han cometido tales asesinatos, los que se hallan a un paso de perpetrarlos y los delincuentes violentos. A unos habrá que continuar con la exigencia de que se les detenga y que purguen largas condenas en la cárcel, y a otros habrá que impedir que su ira derive en más crímenes.

Una posible segunda coincidencia ante los feminicidios es que el Estado mexicano ha sido incapaz de contenerlos. Es innegable que los crímenes van al alza en Jalisco y en el país. Las estadísticas varían según la fuente, pero el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta 407 presuntos delitos de feminicidio en 2015 en el país; 585, en 2016; 736, en 2017; 845, en 2018; y en enero de este año sumaron 70. Las medidas que hasta ahora han puesto en operación las distintas autoridades han sido insuficientes para detener o por lo menos aminorar el asesinato de mujeres. El Estado ha fracasado. De ahí que una de las muchas consignas, que con toda razón gritaron miles de gargantas durante las marchas del Día Internacional de las Mujeres, fue ¡ni una más!

Otra tercera coincidencia es que colectivos feministas, especialistas, organismos defensores de derechos humanos y algunas dependencias públicas han instalado el tema en la agenda pública, han hecho propuestas relevantes, se han movilizado y en general han registrado importantes avances sobre la violencia contra las mujeres. Sus aportaciones, triunfos y desvelos habría que retomarlos. Es importante involucrar a otros grupos sociales, sectores, instituciones o asociaciones de lo más diverso. La demanda debiera ser social, colectiva, masiva. Ante esa espiral de terror que se padece en miles de hogares y no sólo en la calle, hay que actuar. Cada quien puede hacer algo dentro o fuera de su propio espacio.

Ante estas tres coincidencias que podrían existir sobre la violencia contra las mujeres, sobre todo los feminicidios, donde ninguna puede asegurar que está a salvo, es necesario construir un amplio consenso en Jalisco para actuar a fin de poner alto a los crímenes. Se trataría de buscar acuerdos mínimos. De sumar más que restar. De escuchar distintas opiniones con absoluto respeto a las diferencias. Sin dogmas o verdades absolutas. De poner en primer plano a las mujeres y a quienes han sido víctimas de agresiones, de manera directa o indirecta. De evitar el protagonismo y los intereses que se declaran a favor del feminismo, pero que esconden afanes partidistas o de otro tipo. Quizá convenga empezar primero con organizaciones sociales apartidistas de la más diversa índole, como comunidades parroquiales, grupos deportivos, colectivos de todo tipo o asociaciones vecinales, por ejemplo.

Las que podrían empezar a tejer acuerdos sobre cómo abatir los feminicidios, diseñar estrategias y llamar a las acciones concretas son las universidades locales. Tienen legitimidad y recursos para hacerlo, cuentan con especialistas y han participado juntas en otros escenarios, como el sistema estatal anticorrupción. Los feminicidios podrían incluirlos en su agenda y trabajarlos pronto para construir acuerdos desde la sociedad civil en su más amplia expresión. Tal vez en una segunda etapa, o al mismo tiempo, habría que coordinarse con las autoridades para acumular y orientar fuerzas. Eso no exime a los distintos gobiernos de continuar con sus obligaciones ni se trataría de relevarlos.

Los feminicidios tienen varios orígenes. Reconocerlo no quita que se trabaje, desde una visión sistémica, en puntos específicos a respaldar, agrandar o modificar en busca de soluciones. Los grupos feministas e instituciones ya tienen propuestas y experiencias. Habría que retomar lo planteado, analizarlo desde distintas ópticas, inventar más caminos y, para que no se quede en el papel, trazar grandes estrategias colectivas contra los feminicidios y por la paz. ¿Somos capaces como ciudadanos y vecinos del mismo estado de escucharnos y construir acuerdos en este punto específico?

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JJ/I