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Los López amparándose
Porque nos la quitaron
“Las atribuciones de Kino al Cometa de 1681, ha dado motivo para que se le considere supersticioso. El contexto general de su vida y su manifiesta formación científica, hacen nugatoria tal afirmación”
Amadeo Hernández Coronado en Memoria del Simposio Binacional de Estudios sobre Eusebio Francisco Kino, Sonora, 23 de mayo de 1987, p. 35
Más conocido por su labor misional en las Californias y lo que ahora es Sonora, además de Sinaloa y Arizona, el sacerdote jesuita Eusebio Francisco Kino vio la luz el 10 de agosto de 1645 en Segno, Principado de Trento.
También fue partícipe de lo que varios especialistas en historia de la ciencia consideran la primera controversia científica del continente americano, algo de ello se ha comentado en esta columna (Cfr. NTR, El Pegaso de Sigüenza, 15 de enero 2017).
Abundando a lo expresado por el profesor Amadeo Hernández, quien escribe: “Pero aun suponiendo que Kino se hubiera hecho solidario de las creencias medievales, es de suponer que en lo individual podría darle a la presencia del cometa una significación acorde a su calidad de hombre de ciencia” (Op. Cit. p.34), pues se había formado en la más celebre universidad europea en lo que respecta a las matemáticas, la de Ingolstadt, guardando las debidas proporciones bien pudiéramos decir que era el MIT de esa época.
El antropólogo chileno naturalizado mexicano Julio César Montané Martí (1927-2013), en la explicación a su necesario trabajo de rescate histórico sobre la controversia de los cometas, consigna: “pude disponer de una copia del único libro escrito por Kino que se publicó durante su vida” (Intriga en la corte, Universidad de Sonora, Hermosillo 1997, p.11), no es otro que la Exposición Astronómica de el cometa... (México 1681), reproducido en edición moderna dentro del libro de Montané.
Texto enriquecido con los estudios pertinentes acerca de la obra con la cual don Carlos de Sigüenza y Góngora contestó en 1690 al de Trento, a quien Sor Juana Inés de la Cruz -incluida en la obra- dedicó, como también lo hizo con Sigüenza, un soneto a Kino donde lo equipara a Ícaro: “Eusebio soberano les dio luz a las luces celestiales”.
Twitter: @durrutydealba
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