INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Tasas objetivo y de inflación

Mañana, 18 de mayo, será anunciada la tasa objetivo del Banco de México. Hasta hoy todavía hay controversias sobre si dicho instrumento de política monetaria debe aumentar o disminuir. Las controversias se plantean en términos de los efectos que tiene la tasa objetivo sobre la economía.

¿Cuáles son los efectos de la tasa objetivo? Quienes creen que la tasa debe disminuir señalan que la menor tasa inducirá la baja de las tasas de interés, la expansión del crédito y de la inversión. Así, la disminución de la tasa podría contribuir a reactivar la producción y el empleo.

Quienes creen que la tasa objetivo debe aumentar señalan que la mayor tasa inducirá la contracción de la demanda agregada, la reevaluación de la moneda nacional y los menores precios de las importaciones. Así, el aumento de la tasa podría contribuir a estabilizar los precios y reducir la inflación.

¿Qué objetivos determinan las decisiones sobre la tasa objetivo? El Banco de México tiene como mandato que la tasa anual de inflación oscile entre 2 y 4 por ciento. En este contexto, conviene mencionar que, durante el mes de abril, la tasa de inflación fue de 6.25 por ciento.

¿Cómo han evolucionado las tasas objetivo? Las tasas han aumentado consistentemente desde agosto de 2021. Entre los meses de mayo de 2022 y 2023, las metas establecidas para la tasa de interés en operaciones de fondeo interbancario a un día aumentaron de 7.00 a 11.25 por ciento.

Las cifras sugieren que el Banco de México todavía no bajará la tasa objetivo. Desde su perspectiva, la inflación todavía es muy alta y todavía sería posible reducir los precios mediante incrementos graduales de la tasa objetivo. Sin embargo, tengo mis dudas respecto a esta apreciación.

Técnicamente, la inflación se divide en subyacente y no subyacente. La subyacente mide la inflación eliminando los precios de los productos y servicios más volátiles de la economía. La no subyacente mide la inflación de los productos y servicios con precios más volátiles.

Los datos de la inflación muestran que la tasa objetivo ha incidido primordialmente en la inflación no subyacente. Entre los meses de abril de 2022 y 2023, la inflación no subyacente se redujo de 9.07 a 2.12 por ciento. La inflación subyacente, lejos de reducirse, aumentó de 7.22 a 7.67 por ciento.

Los datos sugieren que solo resta un pequeño margen para reducir la inflación mediante aumentos en la tasa objetivo. Más aun, sugieren que las inflaciones subyacente y no subyacente reaccionan de maneras diferentes ante los aumentos de las tasas objetivo.

En mi opinión, la política monetaria requiere de ajustes para considerar objetivos individuales para la inflación subyacente y no subyacente. Sin dichos ajustes, futuros aumentos en la tasa objetivo podrían generar desequilibrios económicos y financieros sin reducir la inflación.

*Economista e investigador de la UdeG

[email protected]

jl/I